Falta líquido: en el sector financiero hay sequia de crédito, y en el estado de California lo que hay es un riesgo real de emergencia de sequía.

Una realidad que conoce muy bien, al residir en Estados Unidos, el arquitecto cántabro Juan Sáez.

Una de las cosas que diferencia a Estados Unidos de España es que allí esa situación se vio como una oportunidad de estimular el talento y buscar ideas entre el mundo profesional.

Y así, la plataforma internacional de arquitectura, Archinect, lanzó el concurso Dry Futures, dirigida a arquitectos y otros profesionales para buscar soluciones.

Eran dos líneas, una, digamos, más creativa y original, y otra más pragmática, más realizable, que es la categoría en la que el carácter práctico de Juan Sáez ha sido distinguido con un segundo premio.

EL BANCO LÍQUIDO

En concreto, su idea, premiada, es una plataforma virtual llamada Banco Líquido.

En ella las acciones de ahorro de agua (como por ejemplo una instalación de sistemas de recirculación de agua, de aljibes, reducción significativa de la factura de agua, instalación de electrodomésticos de alta eficiencia etc…) se canjean por una divisa virtual que se llama Aquo.

El Banco Líquido

Estos aquos pueden canjearse por proyectos de desarrollo de infraestructuras de agua, saneamiento e higiene en países en vías de desarrollo.

Para conseguir que uno de estos proyectos se ejecute es necesaria una gran cantidad de aquos difícilmente al alcance de una persona.

Esto hace que los usuarios del Banco Líquido potencien que otras personas formen parte en esta plataforma y compartan tips de ahorro de agua con ellos.

Es una especie de sistema de foundraising, pero en lugar recolectarse dinero, se recolecta agua que ha sido ahorrada.

De esta manera, con una misma intervención se actúa en las dos caras del problema del agua, en países desarrollados y en Países en vías de desarrollo.

Las empresas también pueden participar en distintos niveles según su tamaño:

-En un primer nivel esta la empresa promotora del proyecto (o institución pública). Se trataría de una institución o empresa que previamente colabora con el desarrollo en países del tercer mundo. Con este proyecto también estará colaborando en su país de origen (con la misma inversión) y liderando una estrategia de marketing que aglutina a otras empresas.

-Empresas grandes y medianas que ya colaboran con el desarrollo: incluyendo su labor de cooperación al Banco Líquido actúan en su país de origen al mismo tiempo y sus productos obtienen un certificado y sello de «drought conscious» (conscientes de la sequía), positivo de cara a un creciente número de consumidores concienciados.

-Pequeñas empresas: con un plan empresarial de gestión y ahorro de agua obtienen aquos y pueden invertirlos en estos proyectos de cooperación y obtener el sello del Banco Líquido.

La idea es que el banco liquido crezca exponencialmente por el interés de los usuarios en que otros participen en sus proyectos, al ser un proyecto ensalza la conciencia de capacidad de una comunidad para influir en el problema local y global del agua, y que, además, supone un think tank en el que se intercambian ideas sobre ahorro de agua.

JUAN SÁEZ

El arquitecto cántabro Juan Sáez

Formado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, Juan Sáez ha estado en contacto desde la carrera con arquitectos y artistas (en una trayectoria que parece una constante en su carrera, recientemente fue seleccionado para participar en Santander en la exposición sobre Sol Lewitt de la Fundación Botín).

Otra de sus constantes es el apartado internacional: hizo prácticas en Austria, Alemania o Francia, y en Madrid trabajó en un estudio británico hasta que fue seleccionado para trabajar en un estudio de arquitectura en Chicago.