Con la fecha ya marcada en el calendario de las próximas elecciones generales, muchos emigrantes quieren ejercer su derecho a voto. Pero, ¿Podrán?

En las anteriores elecciones autonómicas, hace tan sólo unos meses, nuestra compañera Eva Mora nos contó la dificultad que tienen muchos emigrantes para poder votar desde la entrada en vigor de la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) en 2011.

Ahora, sabiendo que el 20 de diciembre será el día en el que se celebren las elecciones generales, hay riesgo de que la historia se repita, como nos cuentan algunos cántabros en el exilio a la luz de su experiencia en las pasadas elecciones autonómicas mientras se preparan para las generales.

Para ello hemos hablado con Lucía que reside en Alemania trabajando actualmente en una pequeña empresa de arquitectura en Nuremberg; Israel que lo hace actualmente en Bélgica donde está realizando un doctorado en Ciencias de la Ingeniería y Tecnología, basado en captura de CO2,  y con Alain desde México, que se dedica al sector de las ventas.

EXPERIENCIA EN LAS PASADAS ELECCIONES AUTONÓMICAS

Lucía nos cuenta su mala experiencia: «En las pasadas elecciones autonómicas no pude votar por correo a pesar de estar bien informada y haber cumplido todos los requisitos. Llevo registrada en el consulado de Berlín como residente permanente en el extranjero (CERA) desde 2011. Recalco lo de autonómicas porque a las municipales, precisamente por estar inscrita en dicho censo, ya no tengo derecho a voto» se lamenta.

Alain Rasilla votando en el consulado de México.

Además la joven arquitecto nos explica que «antes de las elecciones debía de recibir los documentos desde mi antigua oficina electoral (Santander) para rogar el voto» (rogar es la terminología burocrática para el trámite que debe hacerse desde el extranjero).

«Recibí dichos documentos y los cumplimenté y envié como se especificaba (en plazo y forma). Debería de haber recibido las papeletas electorales semanas después para poder enviar mi voto por correo o entregarlo en la urna del consulado. Dichas papeletas nunca llegaron por lo que no pude votar».

Éste es un caso evidente de que el sistema no funcionó como debía y dejó sin votar a una emigrante que había hecho todos los pasos pertinentes.

Por su parte, Israel ni si quiera intentó completar todos los trámites y consideró más sencillo hacer coincidir un viaje para ver a la familia con las elecciones para poder ejercer su derecho a voto.

«No me planteé los trámites pues entre otras cosas vivía a una hora en tren de Bruselas», lugar donde debía desplazarse para hacer los trámites para rogar el voto.

Alain se queja vehementemente de que «a los emigrantes nos lo han puesto muy difícil, el pensamiento de los españoles en el extranjero es que los políticos no desean que los emigrantes votemos en la actualidad».

Señala que antes del voto rogado era mucho más sencillo votar y que los cambios que podía producir «el voto emigrante eran mínimos» cosa que cambió con la crisis económica y la salida de muchos españoles al extranjero.

Alain nos habla de más situaciones que se producen en México, donde a muchos emigrantes no les llegaron las papeletas a tiempo.

«Resumiendo: tengo que pedir el voto, que me lo acepten, que llegue a mi domicilio antes del quinto día para  que pueda mandarlo por correo, o tener la suerte de vivir en un estado que tenga Consulado, ejemplo de México, los españoles que viven en Cancún deben de votar en el Consulado del Distrito Federal, en coche se tarda unas 19 horas para llegar, además debemos de pedir días libres por que los tres días que ponen para que votes son miércoles, jueves y viernes». Todo ello dificulta mucho el poder votar.

OPINIÓN SOBRE EL VOTO ROGADO

Israel Ruiz, cántabro emigrante en Bélgica.

Israel es directo en su opinión sobre el asunto: «desde que la LOREG fue modificada por PP y PSOE los emigrantes hemos pasado a ser ciudadanos de segunda, en el que debemos rogar el voto, como si se tratara de un favor que nos hacen».

Y enumera los problemas, como la «falta de información, amplia burocracia, papeletas que no llegan en plazo…»

Lucía piensa que «el sistema en sí me parece bastante enrevesado». «Debería buscarse una solución más ágil similar al voto por correo en territorio español», reclama.

Alain también está en la misma línea de Israel y Lucía, y cree que «deberíamos tener los emigrantes mas facilidades para votar, como poder votar por Internet con el certificado electrónico por ejemplo».

Todos coinciden en que se deberían de buscar fórmulas que facilitasen la posibilidad de participar en las elecciones a los emigrantes españoles que así lo deseen, y cambiar una ley que parece diseñada más bien para lo contrario.

INTENCIÓN DE VOTAR EL PRÓXIMO 20-D

Alain lo tiene muy claro: «en las próximas elecciones generales intentaré votar a pesar de las barreras que nos ponen a los emigrantes».

Israel repetirá viaje como en las autonómicas para poder votar en estas generales, aprovechando para pasar las navidades en casa. «Sí tengo intención de votar. De hecho, ya tengo mi billete para ir a España a votar, pues era muy complicado poder hacerlo desde aquí cumpliendo todos los requisitos y plazos». Además no esconde su opción en estos comicios, «Mi voto irá para Alberto Garzón».

Lucía, por su parte, es pesimista de cara a poder votar, aunque quiere hacerlo. «Sí, quiero votar pero sinceramente creo que no podré hacerlo. Cumpliré los requisitos pero si al final no me llegan las papeletas no voy a poder ejercer el derecho al voto».

Y se lamenta añadiendo que «por otro lado, al no aparecer ya en el censo de mi ciudad natal, tampoco podría viajar hasta allí para votar en el colegio electoral. Es muy posible que me quede fuera del sistema otra vez».

CÓMO VIVEN LA ACTUALIDAD POLÍTICA LEJOS DE CASA

Alain lo resume en una frase «los políticos en España no escuchan las necesidades que tenemos los emigrantes» y sugiere que «tener diputados elegidos de entre los emigrantes mejoraría la situación».

Desde su última visita así luce la mochila de Israel. #DerechoAVolver

Israel nos cuenta que vive la actualidad política de forma activa y está comprometido en varios movimientos sociales además de ser militante de Izquierda Unida, «así que sigo la actualidad a caballo entre IU Cantabria y la federación que hay en IU Bélgica».

Como emigrante, cree que «la opinión y por ende el voto de los emigrantes no está en la agenda del bipartidismo».

«No es que les dé igual, es que les conviene no hacer nada.  Saben que el caladero de votos que tenían en el pasado más allá de los Pirineos ya no es tal y son otras opciones políticas las que están recogiendo la indignación de los emigrantes».

«Intento estar siempre conectada a la actualidad política española a través de periódicos, blogs, twitter, etc. Es un tema que siempre me ha interesado  y que intento estar al día a pesar de llevar ya bastante tiempo fuera del país», nos señala Lucía, para quien, resulta «bastante desoladora la situación política actual en España y creo que no se tiene para nada en cuenta a los emigrantes en nuestro país». «Ni a los emigrantes ni a los inmigrantes», apostilla.