El próximo pleno que se celebre en una cafetería

Tiempo de lectura: 5 min

El próximo pleno del Ayuntamiento de Santander yo propongo que se celebre en una cafetería. En la Quebec, que así nos comemos un pincho de tortilla, que dadas las horas que nos dan no viene mal. O en cualquier otra, que no está la cosa como para regalar publicidad a lo loco.

Y es una proposición en serio. Bueno, al menos todo lo que puede ser lo vivido esta tarde-noche-madrugada en el pleno de Santander. Porque las mociones ahora se cuentan por apuestas de café, y el amor está en el aire, entre el «matrimonio· del PP y Ciudadanos que sugiere Miguel Saro, y el amor que «fluye en el aire» entre «el tripartito de izquierda radical», según de la Serna.

Uf, qué alivio. Al menos no tengo que pagar el café.

Uf, qué alivio. Al menos no tengo que pagar el café.

Venga voy a aclarar lo del café, que la cosa tiene su miga. Os pongo en antecedentes, para que no nos liemos: Este pleno contaba con moción doble sobre las distinciones franquistas en la ciudad (las mociones dobles parece que serán típicas al menos hasta las generales. Menos mal que solo queda otro pleno).

Ya en agosto se aprobó, por unanimidad, la moción de Izquierda Unida que pedía eliminar las calles y homenajes a la guerra civil y a la dictadura; aunque no se han tomado medidas concretas porque el PP insiste en la necesidad de crear una comisión de expertos para cambiar los nombres de las calles. Comisión de expertos para cumplir una ley, reitero.

Pues en este pleno de octubre, primero el Partido Socialista ha registrado una moción en la que solicita que se retiren las distinciones a Franco. Y es que a través del historiador José Ramón Sáiz Viadero se ha sabido que, a día a de hoy, Francisco Franco, el dictador, aún conserva el título de alcalde de honor de Santander, además de la Medalla de Oro y la Llave de Oro de la ciudad. Aprobada por unanimidad. Se trata de otro incumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, como para no estar de acuerdo.

Posteriormente, el Partido Popular ha expuesto la moción que han registrado. No hablaba de las distinciones a Franco, sino que era más general, parecida a la que se aprobó en agosto y que presentó Izquierda Unida.

¿Parecida? ¡No! El propio Iñigo de la Serna asegura que se trata exactamente de la MISMA moción que presentó Miguel Saro hace dos meses. Y, entonces ¿a qué viene repetirla en un pleno ya cargado de mociones, después de afear al PSOE por presentar la suya habiéndose aprobado ya una en agosto? (Estos enfrentamientos divierten más a primera hora de la tarde que después de 7 horas de pleno).

La explicación del excelentísimo alcalde ha sido que se trataba de una «moción-trampa» para probar que si la presenta el PP algunos grupos rechazarían una moción que antes habían apoyado. Moción-trampa, nuevo concepto que unir a la utilidad del pleno. Y, cuidado, que no se apostaba cualquier cosa el alcalde. Había un café en juego (ignoro si con leche o solo).

AHORA SE DAN ESO DE LAS «MOCIONES-TRAMPA» PARA AMENIZAR EL AMBIENTE

Vale que el tema se ha frivolizado hasta decir basta, pero es que ya antes de esas declaraciones había habido polémica, precisamente con uno de los concejales de Ganemos, Antonio Mantecón.

A ver… este presentó una enmienda en la que pretendía que se incluyera un plazo máximo en la eliminación de estas distinciones (entre 18 y 24 meses). Posteriormente, ha procedido a leer una lista de las calles y conmemoraciones que aún se conservan en Santander, y ahí ha venido la polémica.

Porque en esa lista se encontraba el monumento a Matías Montero (que ya no está, y ha sido sustituido por la macro bandera española que ondea en Puerto Chico), aunque el nombre de la plaza sí continúa, y según dicen también queda una placa conmemorativa.

Tras este imperdonable error, De la Serna le ha dicho a Mantecón algo que se puede resumir en: «no sigas, que no te lo voy a aceptar de ninguna manera, y sería gastar saliva a lo tonto». Esto ha derivado en una discusión entre ambos (sin sangre, no ha intervenido el SAMUR, tranquilos), a la que se han unido el PSOE y Ciudadanos que tampoco van a ser menos. Hasta un ciudadano del público se ha animado con un: «¡déjale acabar!», que ha sido amonestado porque no le tocaba hablar.

Finalmente, Antonio Mantecón ha sido el único concejal que ha caído en esa trampa y ha votado en contra de la moción (otra novedad, los concejales de Ganemos ahora votan por separado. Son dos y parece que ya revueltos). Por ello David González, de Ciudadanos, ha aprovechado por devolverle  el zasca de cuando él insinuó que su partido era franquista por abstenerse en el pasado.

«Por uno no he perdido el café», se ha mofado De la Serna. Menos mal, mira que si le toca pagarlo… Eso sí, cargadito, que los plenos acaban muy tarde. Y, por cierto, al final ni plazos ni nada. Las mociones se aprueban, todos respetamos mucho la Memoria Histórica pero esto de aplicarla ya con calma, que la cafeína estresa.

  • Este espacio es para opinar sobre las noticias y artículos de El Faradio, para comentar, enriquecer y aportar claves para su análisis.
  • No es un espacio para el insulto y la confrontación.
  • El espacio y el tiempo de nuestros lectores son limitados. Respetáis a todos si tratáis de ser concisos y directos.
  • No es el lugar desde donde difundir publicidad ni noticias. Si tienes una historia o rumor que quieras que contrastemos, contacta con el autor de las informaciones por Twitter o envíanos un correo a info@emmedios.com, y nosotros lo verificaremos para poder publicarlo.