El exdirector de la Escuela de Vela del CEAR de Santander, Jan Abascal, ha sufrido un cerrojazo: la nueva dirección del centro le ha cambiado, sin previo aviso, la cerradura del despacho en el que estaba tanto su material de trabajo como pertenencias personales.

Julia Casnaueva, presidenta de la Real Federación Española de Vela

La situación de Abascal en el CEAR se complicó con la llegada a la presidencia de la Federación Española de Vela de la santanderina Julia Casanueva, quien desde su anterior responsabilidad en la presidencia de la Federación Cántabra de Vela ya había protagonizado encontronazos contra Abascal y su equipo de formación.

Así, una de las primeras medidas asumidas por Julia Casanueva al llegar a la máxima responsabilidad de la Federación Española de Vela fue descabalgar a Jan Abascal de la dirección de la Escuela.

Esta decisión provocó una demanda judicial por vulneración de sus derechos laborales y por las condiciones de trabajo que empezó a tener a partir de entonces, por lo que se logró un acuerdo entre las partes para favorecer su salida y evitar situaciones incómodas en el futuro.

Pero al día siguiente del juicio, cuando Abascal fue a por sus pertenencias, se encontró con que le habían cambiado la cerradura de su nuevo despacho (el anterior, el de director del CEAR, lo ocupa ya la propia Julia Casanueva).

La presidenta le dijo entonces que todo lo que había dentro era propiedad de la Federación Española de Vela, pero también había objetos personales que Abascal reclamó.

Días después, cuando le avisaron de que podía ir a recogerlos, se encontró con el despacho totalmente vacío y con materiales desparramados sobre una mesa, detectando que le habían revisado cosas y echando en falta objetos como el ordenador, fotos o archivos propiedad suya.

Todo, según le trasladaron en el momento, siguiendo “instrucciones” de la dirección, y en un asunto que ya está en manos de la Policía.