Berta Betanzos y Tamara Echegoyen, otro motivo por el que atender el CEAR

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Tamara Echegoyen y Berta Betanzos, campeonas del mundo de 49er FX

Tamara Echegoyen y Berta Betanzos, campeonas del mundo de 49er FX. Foto: RFEV

La cántabra se acaba de proclamar campeona del mundo en la clase 49er FX en Clearwater Beach, Florida (Estados Unidos) junto a Tamara Echegoyen, su compañera gallega con la que lleva tres años entrenando y compitiendo. Llegaron a este campeonato con la plaza para Río 2016 asegurada, pero aún así han sido ambiciosas y se han colgado la medalla de oro del cuello.

No es la primera vez que Betanzos consigue un logro de esta magnitud. Ya lo logró en la clase 470, en esa ocasión con la canaria Tara Pacheco como compañera, en el año 2011. Ahora falta la medalla olímpica. En la línea de salida de la primera regata que disputen en aguas de la bahía de Guanabara, Betanzos y Echegoyen serán señaladas como una pareja favorita a medalla. No puede ser menos. El duro camino que han  recorrido acaba de culminar en un gran éxito. Sólo hay un éxito mayor que este, y la oportunidad está a menos de seis meses vista.

Ganar un Mundial supone un gran esfuerzo. Se trata de muchas regatas en pocos días y es necesaria una gran regularidad. Se podía fallar una vez en la primera mitad del campeonato y otra en la segunda. El peor resultado de cada mitad del Mundial se elimina. En el resto de regatas, pocos fallos y muchos aciertos.

Betanzos y Echegoyen llegaron a vencer tres regatas seguidas. Compenetración. Hay que saber hacer que la embarcación sea rápida. Los automatismos llevan mucho tiempo bajo entrenamiento. Pero también hay que adecuarse al terreno, comprender el viento y aprovecharlo para poder ser más veloz que el resto.

Berta es cántabra y Tamara gallega. Saben algo de viento. De hecho, el CEAR Príncipe Felipe de Santander cuenta con ese elemento intangible como una de sus mejores ventajas para que los deportistas de élite se entrenen en sus aguas. Las condiciones de navegación se juntan todas en la capital cántabra, y por eso es tan acertado el tener un centro de alto rendimiento precisamente ahí.

En el Mundial se disputaba también la clase 49er, es decir, la categoría masculina. El cántabro Diego Botín, junto al también gallego Iago López, rozaron la clasificación para la ‘medal race’, la última regata, y poder haber conseguido plaza para los Juegos. Finalmente, serán los hermanos Federico y Arturo Alonso, asturianos, los que acudan a Río de Janeiro.

Y en la clase Nacra 17 había un cántabro más, Fernando Echávarri, haciendo pareja con Tara Pacheco, precisamente, lograron un 13º puesto que les abre la opción de poder estar en Río, que sería un gran éxito, otro más en la carrera de un cántabro que ya ha sido campeón olímpico (2008) y doble campeón mundial (2005 y 2007) en la clase tornado.

LA SITUACIÓN EN EL CEAR PRÍNCIPE FELIPE

Ahora, el CEAR pasa por graves dificultades. La deriva que han tomado los hechos hacen ver con preocupación el futuro de este centro deportivo, un referente a nivel nacional, pero también internacional, como demuestra la reciente visita de un delegación japonesa que quiere coger ideas para la organización de los Juegos de Tokyo 2020. Y han estado en Santander.

No en vano, la vela es el deporte donde España ha cazado más medallas olímpicas, y en alguna parte debe estar el secreto. Sí, claro, en los miles de kilómetros de costa que tiene España. Pero también en el lugar donde entrenan los olímpicos, sobre todo si cuenta con la gestión de Jane Abascal, medallista en 1980, director del centro durante 20 años, y expulsado nada más tomar posesión como presidenta de la Real Federación Española de Vela (RFEV) Julia Casanueva, cántabra también.

La Asociación Role sigue pidiendo una reunión con la presidenta para poder intentar hacerle llegar sus peticiones y ver si es posible acercar posturas. Por el momento, la indiferencia es la respuesta.

El número de alumnos de la Escuela Municipal de Vela de Santander, integrada en el CEAR, ha sufrido un acusado descenso en el primer trimestre de 2016, debido al repentino cambio de condiciones de las clases, con una fuerte subida de tasas, que además discrimina a los no empadronados en Santander. Los habitantes de la ciudad han visto incrementado el precio en  un 14%. El resto, un 75%. Resultado, de 104 alumnos a 63.

Además, se señala que un alumno sólo puede disponer de un barco durante un año de clases. Después, deberá aportar uno propio para poder seguir perteneciendo a la escuela. Sin embargo, después se especificó que esto sólo ocurrirá cuando estén todas las embarcaciones ocupadas. Con el descenso de alumnos que ha habido, parece que eso no será un problema.

Abascal desmintió que el CEAR no fuera rentable, que es lo que la RFEV lleva diciendo desde hace tiempo, incluso cuando la dirigía el predecesor de Casanueva, José Ángel Rodríguez. Las subvenciones y el éxito de las clases aseguran su viabilidad, hasta que ahora se torpedea la actividad. Los intereses detrás de este comportamiento no se saben a ciencia cierta, pero Casanueva pertenece al Real Club Marítimo de Santander, y ahora mismo las clases son más económicas en ese centro privado que en el público.

El CEAR, como ya se ha recordado en El Faradio en otras ocasiones, recibe medio millón de euros anual del Consejo Superior de Deportes (CSD), 80.000 del Ayuntamiento de Santander, 70.000 del Gobierno de Cantabria y 65.000 de la Autoridad Portuaria.

Los padres del CEAR piden al Ayuntamiento que reaccione y exija a la RFEV que la escuela recupere un funcionamiento sensato. El Consistorio necesita los justificantes del convenio de 2015 para poder firmar el de 2016. Y siguen esperando.

Esos justificantes deberían haber sido entregados el pasado 30 de enero, pero la RFEV es una institución que lleva tiempo actuando con retraso, en la rendición de cuentas, en la aprobación de presupuestos y hasta en la presentación de la documentación oficial al CSD de cara al futuro proceso electoral, que deberá tener lugar a finales del presente año.

El Ayuntamiento estaba comprometido a garantizar la calidad del servicio de la escuela de vela y a tener una comisión de seguimiento para controlar lo que allí sucede. De momento, no parece poder controlarlo, con la intranquilidad de los padres aumentando por no saber qué pasará en los próximos meses. El calendario de las clases de este trimestre está publicado, el resto de actividades que estaban anunciadas en octubre de 2015 podrían estar en el aire, según afirman desde Role.

Los numerosos éxitos de la vela llevan ya mucho tiempo ligados a tener unas instalaciones donde poder entrenar en óptimas condiciones. Las sospechas hablan de que el CEAR podría ser desmantelado y repartirse el pastel que supone eso entre las federaciones autonómicas. Una manera de asegurar votos en las elecciones para quien se presente, en lugar de Casanueva, que ha negado querer presentarse, salvo que alguien se lo pida.

Para que Berta Betanzos, Diego Botín, Fernando Echávarri, y también sus compañeros que no son cántabros puedan tener tantos éxitos se ha demostrado clave el CEAR. El CSD no emite señales de estar velando por la fuerte inversión que deja cada año allí, pese a estar ahora mismo en año olímpico.

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