En la época de la declaración de la renta, Hacienda centra su mensaje en aquel dinero que se devuelve a los contribuyentes. Y es la realidad de muchos, sobre todo las rentas más bajas, pero no es tampoco la realidad absoluta.

Hacienda, como toda institución, está para recaudar. Es, de hecho, el mayor instrumento recaudatorio del Estado. Aún en el ejercicio de 2015 es difícil saber cómo será el balance final de los datos, pero sí sabemos que en anteriores ejercicios las cuentas le han salido bien a Hacienda.

“Si saliera todo a devolver no tendríamos hospitales, ni nada. Obviamente se recauda. Solo en 2014 Cantabria recaudó 1.400 millones de euros en declaraciones de renta”, nos cuenta Lucía Martínez Escobedo, de Asienta Asesores, que en estas fechas trabajan a destajo para sacar adelante miles de declaraciones antes del 30 de junio, fecha tope para presentar los informes.

Estos 1.400 millones suponen una subida de un 8% con respecto al año 2013. “Esa subida vino especialmente por retenciones del trabajo de actividades profesionales, lo que implica que hubo un relanzamiento de la actividad”, revela Martínez Escobedo, que cree que es una muestra de que “entonces se empezaba a ver la recuperación”.

BAJADA DE IMPUESTOS, MENOS DEVOLUCIONES

En la declaración de este año, alertan desde Asienta Asesores, mucha gente notará que les sale a devolver menos que otros años. “También es porque se les ha retenido menos”, explica Martínez Escobedo. “Aunque parezca mentira, los impuestos han bajado. De hecho, mucha gente lo habrá notado en la retención de las nóminas de 2015”.

“En todos los tramos de rentas han bajado los tipos”, confirma y asegura que los cambios fiscales que se han hecho “son en beneficio de las rentas más bajas, como no podía ser de otra forma”. Otro de los beneficiados son las familias numerosas, o aquellas con discapacitados dependientes a cargo.

“También se ha incluido otra ayuda para las familias monoparentales, que ha tenido algo más de polémica”, recuerda, y cree que el problema es que “está un poco mal pensada, y puede ser discriminatoria”.

Esta medida está destinada a padres o madres separados, que trabajen que tengan dos hijos, y que no tengan derecho a las ayudas de alimentos del otro conyuge. “Eso significa excluir a los que están desempleados o a aquellos que sí tienen derecho a la ayuda pero que no de lo pagan”, matiza Martínez Escobedo.