CC.OO. reflexiona sobre cómo llegar a jóvenes, trabajadores autónomos y de PYMES

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Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC.OO.

El sindicato Comisiones Obreras está en pleno proceso de reflexión interna sobre el sindicalismo del futuro. Para ello, la Confederación Sindical editó en junio el documento ‘Repensar el sindicato’, que culminará con el XI Congreso en junio de 2017.

EL FARADIO ha consultado el documento, que plantea cuestiones como el acceso a los jóvenes; los trabajadores de pymes y micropymes; autónomos y empleados «nómadas» y de la «periferia del mercado» laboral, como los sectores del comercio, la hostelería, la limpieza, emigrantes o trabajos precarios.

La afiliación y la financiación, la influencia de los sindicatos en colectivos como los desempleados o los pensionistas, la prestación de servicios mancomunados, la participación en el sindicato, en la empresa y en las instituciones, la formación sindical, las estrategias de comunicación y la unidad de acción, en la que se plantea una central sindical unitaria en España, son los principales temas que aborda este proceso de reflexión.

Precisamente este jueves, los delegados sindicales de CC.OO. Cantabria se reúnen en Asamblea para analizar «el actual momento político y sindical», junto al secretario general del sindicato en la comunidad autónoma, Carlos Sánchez, y el secretario confederal de Acción Sindical, Ramón Górriz.

Abordarán también la negociación colectiva, su estado actual, las consecuencias y efectos de las últimas reformas laborales, la “delicada” situación de las pensiones y la “paralización” del Diálogo Social en la región.

La asamblea permitirá realizar también un debate abierto y participativo a todos los delegados sobre el documento confederal ‘Repensar el sindicato’, un texto con el pasado más reciente de la organización y con la formulación de una serie de preguntas sin respuestas para que las responda la afiliación y determine el “camino que debe recorrer el sindicato en un próximo futuro”.

REPENSAR EL SINDICATO

El documento interno diagnostica que el estallido de la burbuja financiera está relacionado con la «hegemonía liberal», en un proceso de «financiarización de la actividad productiva» que ha determinado cambios en los objetivos de la actividad empresarial, en sentido de «maximizar el valor de la acción a corto plazo» y la externalización de los procesos productivos de menos valor.

Así, analiza el sindicato, los «riesgos e incertidumbres» que toda actividad económica genera se han trasladado «del capital a los trabajadores», con el empleo y los salarios como «principal variable de ajuste en situaciones de crisis».

En España, cita dos hitos recientes, como la reforma del artículo 135 de la Constitución, que introdujo «la regla del equilibrio presupuestario y el pago de las deudas por encima de las necesidades de gasto social», aprobado por la «presión de las autoridades europeas» y la «connivencia» de PP y PSOE.

Y también la reforma laboral del «Gobierno Rajoy», que ha «cargado las consecuencias de la crisis sobre los trabajadores, transfiriendo renta desde el trabajo al capital». En este sentido, critican los ataques a «la acción sindical», con cambios en la regulación y en la negociación colectiva.

Cambios «tan profundos» que han «erosionado los tradicionales procesos identitarios de los trabajadores», así como los recursos y estrategias de intervención de los sindicatos, la deslegitimación de los sindicatos y la criminalización de las protestas; aunque también hace autocrítica y hace constar «las malas prácticas registradas en algunas entidades», que «han supuesto un enorme coste reputacional».

Por todo ello, CC.OO. considera que está «en condiciones de impulsar un importante proceso de renovación», cuando «parece iniciarse un cambio de ciclo».

LOS RETOS DEL SINDICALISMO

En el documento ‘Repensar el sindicato’, CC.OO. se plantea una serie de preguntas relacionadas con los principales retos del sindicalismo en el futuro, como llegar a los jóvenes, a los autónomos, pequeñas y medianas empresas y microempresas, los trabajadores ‘nómadas’ y de la periferia del mercado laboral.

«¿Es necesario buscar fórmulas que permitan a las personas que tienen su empleo en micro empresas participar del proceso electoral?», se pregunta al hilo de la representatividad; o «¿Cómo es posible, y con qué medios, para el sindicato mejorar los niveles de atención a las personas que trabajan en pymes y micropymes?».

Es este uno de los principales retos que se desprenden del documento, «construir identidades de clase y solidaridad colectiva», o lo que denomina «fraternidad entre una clase trabajadora cada vez más heterogénea». Y se refiere particularmente a una clase de trabajadores «nómadas», para los que es «imposible construir esa identidad» al no estar en un centro de trabajo.

«El problema es cómo desarrollar ese sindicalismo de proximidad ante nuevas realidades laborales en la pyme y la micropyme», incide el documento, al tiempo que aboga por «nuevas formas organizativas» para «organizar a miles de trabajadores nómadas», entre los que las mujeres, los jóvenes y los inmigrantes tienen gran peso.

Asimismo, amplían este reflexión a la integración de las negociaciones colectivas con la mediana y gran empresa a los trabajadores de las micro y pequeñas empresas subcontratadas y externalizadas. «En términos de negociación colectiva, debemos ser capaces de superar las fronteras de la gran empresa», concluye.

Y en materia de autónomos, se plantea la afiliación de este «importante colectivo» y si es «el momento de llegar a un acuerdo con organizaciones progresistas que agrupan a estos trabajadores».

Finalmente, aborda la cuestión de la unidad sindical y se pregunta si sería «deseable» un proceso que pudiera culminar con la conformación de una «central sindical unitaria» que recogiese la «pluralidad» de composición de la clase obrera en España, así como «tratar de cubrir los vacíos afiliativos y de representatividad y ampliar las alianzas con otros sectores organizados de la sociedad».

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