‘Europa y España: entre la integración y la desintegración’ es el título de la conferencia que expondrá el exministro español y expresidente del Parlamento Europeo, actual diputado electo en el Congreso y miembro del Movimiento Europeo, Josep Borrell.

Será este jueves, 7 de julio, a las 19.30 horas en el teatro Casyc de la calle Tantín de Santander, que acoge la conferencia organizada por el Colegio de Economistas y el Movimiento Europeo sobre el proceso desintegrador en España y Europa.

Josep Borrell, expresidente del Parlamento Europeo estará este jueves en Santander.

El Colegio de Economistas y el Consejo Cántabro del Movimiento Europeo llevan desde este año trabajando conjuntamente en un convenio para propiciar el desarrollo de una identidad europea, difundir y divulgar sus valores en la sociedad cántabra y posibilitar que las instituciones, las fuerzas políticas y las organizaciones socioeconómicas de Cantabria sean factores dinamizadores en el proceso de construcción europea.

La integración europea lleva más de medio siglo produciéndose, suprimiendo fronteras, creando un gran mercado, la misma moneda y una política de seguridad común y superando identidades antagónicas.

La crisis ha acelerado la integración bancaria y fiscal pero, al mismo tiempo, amenaza con que Europa se desintegre. Tras el triunfo del Brexit, el fantasma del anti-europeísmo recorre nuestro continente y por ello las dudas sobre el porvenir de la unidad europea comienzan a ser inquietantes.

Mientras que los nacionalistas antieuropeos avanzan posiciones, el europeimismo crece y los euroescépticos se refuerzan. Ante este escenario, Borrel, veterano político y experto conocedor del proyecto europeo, reflexionará en su conferencia sobre este tema de candente actualidad.

EL EXPRESIDENTE DEL PARLAMENTO CREE QUE HAY DESENCANTO POR LA ECONOMÍA, LAS POLÍTICAS Y LA SEGURIDAD

Según Borrell, la reciente decisión del Reino Unido “añade gravedad a una situación en la que la Unión Europea se debate entre continuar su integración o sucumbir a graves tendencias centrífugas y disgregadoras”.

En su opinión, la zona euro ha demostrado capacidad de resistencia y la crisis ha sido la oportunidad de mejorar su funcionamiento, pero las amenazas de deflación y los problemas de bajo crecimiento y alto paro que persisten en la periferia, especialmente en Grecia muestran una dualización del espacio económico y social europeo que el euro no ha sido capaz de evitar. “Más bien se teme que haya sido un factor de divergencia económica y de dificultad para avanzar hacia la unión política”, afirma.

A juicio del expresidente del Parlamento Europeo, los problemas no son ya sólo económicos. A ellos, se añaden ahora las preocupaciones por la seguridad frente a la amenaza terrorista de raíz islámica, la inestabilidad en las fronteras del sur y el este y la crisis de los refugiados, que han provocado graves desacuerdos entre los estados miembros.

En su opinión, los resultados electorales una demanda social de cambios radicales ante problemas de los que se hacen responsable a la integración europea. “Si no se es capaz de afrontar esos riesgos con eficacia, los europeos pueden rechazar su solidaridad y sucumbir a la tentación de refugiarse de nuevo en sus fronteras nacionales e, incluso, poniéndolas en cuestión en una marcha atrás de la Historia”, vaticina.