Unos padres de un colegio en la zona de Castillo, en Arnuero, denuncian públicamente la situación de acoso escolar, incluidos abusos, que ha sufrido su hijo, de nueve años de edad.

En la denuncia, a la que ha tenido acceso EL FARADIO, se cuenta como hace dos años el niño empezó a sufrir insultos y críticas, que se tradujeron en presuntas agresiones físicas y en vejaciones de carácter sexual (tocamientos).

Un informe del Servicio Cántabro de Salud describe las consecuencias sobre el menor, desde un empeoramiento de la caligrafía hasta problemas de atención pasando por insomnio y miedo a coincidir con el niño al que señalaba como agresor. El menor no llegó a relatar los abusos, pero sí habló de un suceso con el otro chico que le «avergonzaba» contar.

La Fiscalía tuvo conocimiento de los hechos, pero al ser el presunto agresor menor de edad, es inimputable, y se deriva al asunto a protección de menores (Servicios Sociales), es decir, en la parte judicial no es posible la vía penal, por lo que se está a expensas de la vía civil, además de la administrativa.

La familia expresa su malestar por la falta de respuesta tanto de los responsables de centro como de la Consejería de Educación.

Y también le reprochan que la medida que se haya adoptado es trasladar al presunto agresor a otro centro educativo de la zona desde este mismo jueves, en que comienza el curso escolar.