Este lunes, el Parlamento de Cantabria ha decidido por unanimidad tomar medidas para pedir al Gobierno nacional que regule y facilite el acceso a los tratamientos terapéuticos con cannabis y derivados para aquellas patologías en las que se haya demostrado su eficacia o el facultativo lo considere necesario.

La iniciativa ha sido defendida por el diputado del PP Eduardo Van den Eynde, enfermo de cáncer y que hace un par de meses saltó a la actualidad pública de toda España tras haber publicado en su perfil en una red social un escrito pidiendo la regulación del cannabis terapéutico, que él mismo ha asegurado usar.

Cannabis para uso terapéutico

Van den Eynde ha denunciado el «estigma» de esta cuestión, que apunta que se debe a «prejuicios culturales» e «ideológicos» con unos orígenes «que se hunden en la noche de los tiempos».

Este cambio de rumbo ha sido acogido con alegría por parte de las asociaciones cannábicas de Cantabria, que lo ven como un avance en la política.

Ivan Palazuelos, miembro de la Asociación cannábica Bolera Besaya, confía en que esto se demuestre también en una apertura a nivel nacional para conseguir legalizar el uso del cannabis con fines terapéuticos.

“Estamos muy contentos por todo el avance que se pueda hacer en este tema”, asegura, pues su objetivo es dar a los pacientes “un tratamiento con muchas más garantías de las que podemos darle ahora mismo”, que trabajan con “muchas irregularidades jurídicas”.

“Personalmente, creemos que este año puede ser un año muy importante para el cannabis medicinal”, asegura Iván Palazuelos. “Hace un tiempo lo veía muy difícil pero ahora creo que sí podemos llegar a algo”.

De entre todos sus socios, esta asociación cuenta con 32 socios terapéuticos, que han superado sus capacidades de ofertas. Por ello, cuentan que “hace un año tuvimos que cortar el poder tener más socios terapéuticos”.

“CON EL TEMA JURÍDICO NO PODEMOS TRATAR CON TODAS LAS GARANTÍAS”

A estas personas les han proporcionado una médica especializada que colabora codo con codo con la asociación para ofrecer la mejor terapia para cada persona

“Son personas que vienen enfermas y están siendo tratados por nuestra médica, que está especializada en tratamientos con cannabis, con un máster en California, donde es legal, y que colabora también con los médicos de estas personas”, relata Iván Palazuelos.

En esta asociación tienen diferentes maneras de suministrar el cannabis terapéutico a los enfermos. Puede ser en resina, vaporizado, en aceites o en extracciones… todo dependiendo de cada fase de la enfermedad en que se encuentre cada persona.

El problema, tal y como denuncian, es que “tal y como está el tema jurídico, no podemos tratar a todos con todas las garantías”.

“LOS PACIENTES VAN EN LA ÓRBITA DE LA ILEGALIDAD”

Seis socios de la asociación junto a un enfermo que usa cannabis terapéutico en el Parlamento, acompañados a los diputados Eduardo Van den Eynde (PP) y Rubén Gómez (Ciudadanos).

Esta inseguridad jurídica con la que tienen que trabajar es tal, que afectan a los propios pacientes.
“Los pacientes vienen aquí a buscar su medicina y desde que salen de la asociación hasta llegar a su casa van a la órbita de la ilegalidad”, denuncia Palazuelos, que sabe que “si les pararan con el medicamento encima, les podrían denunciar y quitárselo”.

La última muestra de esta inseguridad jurídica es la sentencia que ha llevado a cabo el pasado mes de febrero la Audiencia de Cantabria.

Allí, se ha pedido 6 meses de cárcel y una multa de 7000 euros contra tres jóvenes miembros de una asociación cannábica de Cantabria

Es una rebaja de una petición de condena mayor, que superaba los dos años de cárcel por lo que aún se considera un delito contra la salud pública pese a los numerosos estudios que prueban que este producto tiene grandes beneficios a personas enfermas o en fuertes tratamientos.