Los taxistas cántabros se suman al paro estatal por una mayor seguridad y control en el sector
Los taxistas cántabros secundan este miércoles el paro estatal en el que reclaman una mayor seguridad y control en su actividad frente a nuevas prácticas que no están lo suficientemente reguladas.
En Cantabria, la movilización que se llevará a cabo en Cantabria comenzará a las 10.30 horas en el aeropuerto de Santander-Seve Ballesteros y finalizará frente a la Delegación de Gobierno en Cantabria a las 13:00 horas, donde se hará entrega de un manifiesto dirigido al ministro de fomento, el cántabro Íñigo de la Serna –de quien dependen las competencias de transporte– al delegado del Gobierno, Samuel Ruiz,
Lo que reclaman los taxistas es el cumplimiento de la legislación en lo que se llama vehículos de arrendamiento con conductor, una modalidad de transporte bajo la que se encuadran empresas como Uber o Caby, «falsamente llamadas de economía colaborativa», en palabras del presidente de la Federación Cántabra de Taxi, Manuel Andoni Ruiz.
De hecho, según indicaba a EL FARADIO DE LA MAÑANA, Cantabria es la comunidad que más vehículos tienen bajo este régimen que, en general, viene incumpliendo los cupos legales establecidos, alertan, entre el «vacío legal» en cuestiones como la base de operaciones y el riesgo de «conflicto».
También tienen peticiones en materia fiscal en esta modalidad, la de vehículos de arrendamiento con conductor, concebido como alta gama y que debería tener, por tanto, el IVA de lujo en lugar del normal, y sobre el que piden un mayor control a través de una Web que registre sus servicios (es algo que también contempla la Ley), además de con un distintivo específico en los propios vehículos.
Y reclaman que este tipo de vehículos no permitan la cesión de sus autorizaciones a otros conductores, al acogerse en realidad a un modelo de falsos autónomos que en la práctica están a disposición de sus empresas.
Piden, asimismo, que la actividad de taxi tenga la consideración de servicio público en el conjunto del territorio nacional, al llegar ellos a lugares a los que no llegan los servicios de las propias administraciones.
En la misma línea, les gustaría ser considerados como “colectivo especial”, catalogación que les permitiría el reconocimiento de enfermedades personales que vienen padeciendo o pedir jubilaciones anticipadas.