El Partido Popular a nivel autonómico y miembros del partido en Astillero discrepan sobre la posibilidad de presentar una moción de censura en este Ayuntamiento, uno de los escenarios que se abre después de que el alcalde del PRC, Francisco Ortiz, expulsara a sus socios socialistas de Gobierno y se quedara en minoría.

Diego Movellán

Desde la dirección autonómica, Diego Movellán, exalcalde de Camargo, diputado nacional en el Congreso y vicesecretario de Estrategia y Acción Política del Partido Popular de Cantabria, consideraba que “no se dan las circunstancias” para que se presente la moción de censura.

“En estos momentos no la apoyamos. Nos presentamos a las elecciones, hubo un resultado, y una política de pactos” que luego ha dejado a los socios “mal avenidos” en este y otros municipios, ha afirmado en declaraciones a Claudio Acebo en Teiba FM, poniendo como ejemplo lo que sucedió en el propio Camargo cuando se formó a principios de legislatura un pacto entre cuatro socios que ahora están “a hostia limpia”.

En respuesta, desde Astillero, Javier Fernández Soberón, presidente de Nuevas Generaciones y concejal en el Ayuntamiento, replicaba que “quien debe decidir el camino a seguir es la Junta Local de Astillero y Guarnizo, que es el órgano competente para marcar el camino en la política local de nuestro partido”.

“El futuro de Astillero debe decidirse desde Astillero, porque somos nosotros los que mejor conocemos lo mejor para nuestro pueblo”, remarcaba, apelando a la defensa de los intereses de los vecinos “por encima de cualquier interés personal o partidista”.

Javier Fernández Soberón

La crisis en Astillero llegó a su punto extremo con la expulsión, hace tres semanas, por parte del alcalde regionalista Paco Ortiz de sus socios del PSOE, que le reprochan (a él, no al partido) una actitud autoritaria que les ha llevado a desencuentros varios desde que suscribieran el pacto tras la pérdida de la mayoría absoluta del PP y su exalcalde, Carlos Cortina.

A raíz de ahí, mientras el alcalde apuesta por gobernar en minoría con pactos puntuales con la oposición (el PP ya ha dicho que con él «ni a apañar duros») se ha apuntado la posibilidad de una moción de censura de los partidos de la oposición (PP, PSOE e IU), para la que los socialistas hicieron algún amago de conversación, si bien su portavoz Salomón Martín expresaba en una entrevista en eldiario.es en Cantabria su “pesimismo” al respecto.

Desde Izquierda Unida, que ha retado a alcalde a que presente una moción de confianza –esa depende de él, si no la saca adelante, dejaría el cargo– ya han advertido de que cualquier conversación al respecto tienen que pasar por la marcha de Carlos Cortina del municipio, dada su situación de imputación en un proceso judicial en el que la formación de izquierdas es acusación (y enfatizan que no retirarán esa acusación).

Porque esa es una de las particularidades en este municipio: el exalcalde, Carlos Cortina, portavoz municipal del PP y responsable del partido allí, está pendiente de un juicio por prevaricación. Según relata el diario.es, se ha negado a dimitir y ha pedido que se retire la acusación contra él, algo que IU y el PSOE ven inviable, por lo que la moción resulta inviable sin el PP. 

PENDIENTE DE JUICIO

Está pendiente desde 2013 de un proceso judicial en el que se investiga si contrató irregularmente a la hermana de una funcionaria vinculada al partido, a la que habría pagado 100.000 euros por prestaciones que se consideran inexistentes, tal y como ha venido siguiendo eldiario.es en Cantabria.

En ella se investigan presuntos delitos de prevaricación administrativa, tráfico de influencias y apropiación indebida. La causa la instruye (investiga) el Juzgado de Instrucción número 3 de Santander. La Audiencia de Cantabria ha rechazado su recurso de apelación, de modo que está pendiente de que se concrete la imputación, paso previo al juicio.

De hecho, existe una corriente dentro del PP local que le ha pedido que dé un paso atrás en la dirección de la agrupación local en el municipio, reflejada en una votación que sólo tuvo el voto en contra del propio Cortina, si bien es una posibilidad que descarta la dirección regional de los ‘populares’.