Cientos de personas contra la sentencia de La Manada: “Nueve años no son suficientes”

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Unas 500 personas se han reunido esta tarde frente a la Delegación de Gobierno en Santander para protestar contra la “insuficiente” sentencia contra el grupo denominado La Manada que, en los San Fermines de 2016 violaron a una chica de 18 años, según ha informado Guillem Ruisánchez a través del Facebook Live de El Faradio.

La mayor indignación es que a los cinco integrantes del grupo, que habían presumido en sus grupos de amigos de la agresión y habían bromeado con sus intenciones de violar a una chica, se les condena por abuso sexual continuado, pero les absuelve del delito de agresión sexual (violación), así como del delito contra la intimidad por haberlo grabado y del hurto del móvil (por el que sólo se condena a uno de los miembros de La Manada).

Unas 500 personas se han concentrado en Santander contra una sentencia por abuso, que no por violación.

La sentencia final son de 9 años, una orden de alejamiento durante 15 años y los acusados tendrán que indemnizar a la víctima con 50.000 euros.

El fallo se emite al entender que no hubo violencia sino que los hechos se produjeron al obtener el consentimiento de la víctima prevaliéndose los responsables de una situación de superioridad manifiesta que coartó la libertad de la víctima. El prevalimiento implica una condición de superioridad, pero no violencia.

La sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra ha contado con el voto particular (es decir, contrario al de los demás miembros del tribunal) de un magistrado, pero no en el sentido de considerarlo agresión, sino, al contrario, de abogar por la absolución.

El tribunal ha asumido lo que decían las defensas, que la víctima no mostró dolor ni sufrimiento durante el ataque.

INDIGNACIÓN: «¿QUÉ MÁS PRUEBAS HACEN FALTA?»

La indignación se ha extendido por las ciudades de toda España, donde se han llevado concentraciones de repulsa.

Santander, que esta mañana había reunido a decenas de mujeres para escuchar juntas la sentencia, fue una de las primeras en convocar una concentración para esta tarde. Unas 500 personas, muchas familias con hijos y chicos y chicas muy jóvenes, han cortado la carretera al grito de “yo sí te creo”, “nueve años no son suficientes”, “no es abuso, es una violación”, “si tocan a una nos tocan a todas” o “ni una menos vivas, nos queremos”.

Han portado carteles de repulsa, denunciando que “violar sale barato” y se han coreado diferentes cánticos de repulsa.

“Es una aberración para la víctima. Es indignante”,  protestaba una de las asistentes. “¿Qué más pruebas hacen falta? ¿Hace falta que estemos muertas para que nos consideren víctimas?”, se preguntaba.

“¿Dónde está la justicia?”, decía un joven, que aseguraba que lo que se pedía es “justicia”, que, de haberla habido, ya de por sí “habría sido ejemplarizante”. De hecho, ha mencionado a Nagore Laffage como ejemplo del extremo al que habría que llegar para ser considerada víctima. Ella fue asesinada en San Fermines en 2008 por resistirse a su violación y su asesino ya está en la calle. “El problema es que para que te crean hay que tener sangre y resistirse”, criticaba a su lado una chica.

“¿Qué nos enseña esto?”, cuestionaban dos chicas jóvenes. “¿Que no podemos salir a la calle, que no podemos estar seguras, que no podemos ir de fiesta?”, criticaban, pidiendo también un cambio en las leyes.

“ES NECESARIO FORMAR A LOS JUECES EN SENSIBILIZACIÓN”

En la concentración se han reunido integrantes de diferentes movimientos feministas como Ijanas, y también ALEGA, que este jueves celebra el Día de la Visibilidad Lésbica, Libres, la Asamblea Cántabra contra la Represión; de Eureka y miembros de la Plataforma Periodistas por la Igualdad y de la extinta Cantabria por la Paz.

También han acudido representantes de partidos políticos como el secretario general del PSOE de Cantabria, Pablo Zuloaga, la diputada socialista Silvia Abascal, el diputado podemita José Ramón Blanco o la secretaria de Podemos en Santander, Lydia Alegría, entre otros.

“Me he sentido muy mal. Si quedaba un atisbo para creer en la justicia tengo que decir que jamás de los jamases podría volver a confiar”, se ha lamentado la exdiputada del PSOE e histórica sindicalista Cristina Pereda, que ha puesto el foco en el voto particular “que viene a reducirlo a nada”. “Es una auténtica vergüenza”.

Ramón Martínez, activista LGTBI, autor de  ‘Lo nuestro sí que es mundial’ , que este jueves presentaba su libro en la Feria del Libro, ha insistido en que “es una violación, no un abuso”, y cree que “es necesario formar a los jueces en sensibilización” porque “los agravantes están para aplicarlos” sobre todo “en casos tan obvios”.

También lo ha comparado a otras sentencias que han reducido el delito de odio en agresiones homófobas, que cree que demuestran que “queda un gran trabajo por delante” porque “estamos muy lejos de la igualdad social y real”.

El secretario general de Comisiones Obreras, Carlos Sánchez, considera que la sentencia “un escándalo y una injusticia», porque “no tiene ni pies ni cabeza”. También cree que “va a generar una tensión en las calles por el arma social” que “los jueces no han atendido”, lo que indica que “parece que viven en otro mundo”, cuando «deben tener la piel como todos los seres humanos».

LAS LESBIANAS SE VISIBILIZAN: «POR LA DIGNIDAD DE LAS QUE LUCHARON Y LA LIBERTAD DE LAS GENERACIONES FUTURAS»

Celebración con batucada, tortillas y bollos para visibilizar el lesbianismo.

Muchas de las participantes de esta concentración de repulsa se trasladaron, minutos después, a la plaza del Ayuntamiento de Santander, donde se celebraba este jueves el Día de la Visibilidad Lésbica.

Más de un centenar de personas, muchos adolescentes, han exigido «el respeto que nunca se nos debe ser arrebatado», ya que «las lesbianas existimos más allá de las paredes de nuestras casas, estamos en todos los ámbitos vitales de la sociedad».

En el manifiesto, leído por la presidenta de ALEGA, Kiara Brambilla, y otras tres mujeres lesbianas, han dado un «portazo a los armarios» y han dejado «al lado nuestros miedos» por «la dignidad de las que lucharon y la libertad de las generaciones futuras».

«Sabemos que hemos logrado avanzar pero aún existen barreras que dificultan la expresión libre, auténtica y visible de muchas lesbianas», han denunciado, por lo que han hecho un llamamiento a las mujeres lesbianas «que juegan un papel importante en la esfera pública», para que «se visibilicen como referentes sociales positivos».

En el manifiesto han llevado a cabo varias reclamaciones, como la aprobación urgente de la Ley LGTBI, tanto estatal como autonómica que «garantice los derechos y penalice las discriminaciones», así como garantizar por ley la aprobación de protocolos y formación específica y adecuada del personal sanitario para mirar por la salud sexual de las mujeres que tienen sexo con mujeres.

También en materia de educación reclaman garantizar por ley la formación del personal docente sobre diversidad sexual, de género y familiar, y crear protocolos específicos de  actuación para detección casos de acoso escolar por orientación sexual o identidad de género; así como garantizar una integración «real» en el ámbito laboral y fomentar de formación del personal geriátrico.

También han reclamado al Estado que contribuya a la defensa global de los derechos humanos para incluir medidas que acaben con la persecución y muerte de más de 70 países donde se castiga ser lesbiana.

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