Cerca de un centenar de vecinos del extrarradio de Santander, desde Peñacastillo, Campogiro, Cajo o Cueto, han participado en una protesta en el Intercambiador de Valdecilla contra el sistema de transporte del MetroTUS.

La protesta, convocada por vecinos de los alrededores de Peñacastillo, estaba apoyada por la Plataforma Transporte Santander, de la que varios integrantes esperaban en Valdecilla al número 3 del MetroTUS.

Protesta contra el MetroTUS en Valdecilla.

Allí ha llegado el autobús, poco antes de las siete de la tarde, con unos 40 minutos de retraso en esta ocasión –más que de costumbre-. Dentro, decenas de vecinos que portaban carteles contra el MetroTUS han hecho el viaje desde los barrios del extrarradio y han desembocado en el Intercambiador “de los pobres”, como lo llamaba uno de los manifestantes.

Lo denominan así al compararlo con el Intercambiador del Sardinero, que está cerrado y protegido del viento y la lluvia, al contrario que éste otro, más expuesto a la climatología.

Los manifestantes, la mayoría personas mayores, han gritado contra el nuevo sistema de transporte y pidiendo la dimisión de la alcaldesa de Santander, Gema Igual.

Desde la parada del Intercambiador que va hacia el centro, los manifestantes se han trasladado a la otra parada, haciendo un pequeño parón del tráfico. En el proceso varios vehículos han hecho sonar sus bocinas en apoyo a la protesta, y diversos conductores del MetroTUS les saludaban a su paso.

“ES UNA VERGÜENZA QUE NO SE TOMEN MEDIDAS” Y QUE SE TRATE COMO “PORQUERÍA A LOS VECINOS DE LOS BARRIOS”

“Ha sido un éxito”, se congratulaba Carmen Castillo, portavoz de la Plataforma Transporte Santander, que señalaba la avanzada edad de la mayoría de los concentrados. “Para que se dé cuenta la alcaldesa de la cantidad de gente mayor a la que ha perjudicado”, ha asegurado, añadiendo que es “una vergüenza que no se tomen medidas” y se trate como “porquería a los ciudadanos de los barrios”.

Castillo cree que Gema Igual y su equipo deberían preguntarse por qué sale a la calle “una ciudad tan pacífica”. “No somos cuatro cabecitas iluminadas si no toda la ciudadanía que estamos aburrida de este sistema y jamás ha estado la ciudad tan asquerosamente mal”, protestaba en declaraciones a EL FARADIO.

La portavoz ha apuntado a que se trata de un “problema de alcaldía mal gestionada”, algo que “no entendemos”, porque “Gema es de lo más dialogante”. “No sé por qué se ha empecinado en esto, entendemos que algo se nos escapa. Pero que nos haga caso, que no es cosa de dos personas; que estamos hartos. Que vuelva hacia atrás y ya lo solucionaremos. Pero es que llevamos tres meses de paciencia que nos pidió que se nos está acabando ya la paciencia”.

“QUE NOS QUITEN EL AUTOBÚS AL CENTRO ES UNA CHAPUZA”

Desde diferentes puntos de la línea 3 han llegado numerosos vecinos. Todos coincidían en calificar el MetroTUS como “una chapuza”. “Solo afecta los barrios pobres. El Sardinero no se ve perjudicado”, protestaba uno de los pocos jóvenes presentes. “Afecta sobre todo a gente mayor y a los jóvenes que somos los que más usamos el autobús”.

También critica la actitud de la alcaldesa, que considera que es “bastante infantil”, por lo que cree que “debe salir de esa alcaldía”.

Protesta en el interior del autobús. FOTO: Plataforma Transporte Santander.

Desde Peñacastillo se trasladaron un grupo de vecinas juntas. Una de ellas señala que “hemos retrocedido” en lugar “avanzar”. “Que nos quiten el autobús hasta el centro es una chapuza, no solo para nosotros sino también para la gente del centro”, apuntaba otra de ellas, que revelaba que la mayoría coge la línea 1,2 y 7 (que no tienen transbordos) “y venimos todos como sardinas en lata”. “Si no lo pueden mejorar, que al menos nos dejen como estábamos”, pide.

Otra de las vecinas ponía el foco en los comerciantes que, como ya adelantaron en el acto que la plataforma tuvo con los políticos en el Colegio Oficial de Arquitectos, “se están quejando porque dicen que del extrarradio no bajan a hacer la compra a la ciudad. Esto nos mata a todos”, sentenciaba.

Otra vecina procedente de Cajo también señala que la situación ha ido a peor. “Antes estaba bien la línea, lo teníamos en la puerta de casa, y ahora resulta que lo han puesto fatal porque no nos llega hasta casa y en días de agua, lluvia imagínate…”. “Y espera cuando empiecen las playas, va a ser una odisea porque habrá que venir aquí a esperar al 1, el 2 o el 7, que llegarán aquí hasta las narices y no nos abrirán las puertas”, se lamenta.