Judith Bueno y Óscar González se imponen en el I Concurso de Parejas Mixtas de Bolo Palma
La bolera Severino Prieto de Torrelavega acogía este sábado el I Concurso de Parejas Mixtas de Bolo Palma, organizado por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, en colaboración con la Federación Cántabra de este deporte. Una nueva competición que busca constituir el colofón a la temporada bolística y que nace con vocación de continuación de futuro.
En la final se ha alzado con el triunfo la pareja formada por Judith Bueno y Óscar González, quienes se han impuesto a Iris Cagigas y Carlos García.
En ella han competido, por primera vez en igualdad de condiciones, parejas masculinas y femeninas. Las partidas se han estructurado de la siguiente manera: Iris Cagigas y Naomi Solórzano contra Carlos Alberto García y Alberto Díaz; Judith Bueno y Miriam Valverde contra Óscar González y José María Gutiérrez; Patricia Revuelta y Marta Castillo frente a Víctor González y José Manuel Lavín, y, por último, Laura Abascal y Andrea Gómez contra Jesús Salmon e Ignacio Migoya.
El objetivo de la Consejería de Deporte es que este encuentro se convierta en un acto de reconocimiento a la incorporación” de la mujer a la competición al más alto nivel en nuestro deporte autóctono, con avances que se traducen en la disputa de sus torneos de Liga y Copa, así como otros campeonatos oficiales -individuales y por parejas- donde se ponen en juego los títulos de ámbito regional y nacional.
La iniciativa nace con la pretensión de ser itinerante y que en las próximas ediciones se celebre en distintas boleras de la comunidad. La cuantía de los premios de este Torneo Mixto, que alcanza los 6.000 euros, está a la altura de las principales competiciones que se celebran en la actualidad.
El consejero de Educación, Cultura y Deporte, Francisco Fernández Mañanes, acompañado por la directora general de Deportes, Gloria Gómez, asistieron a la final.
Fernando Díaz.
El que haya competiciones mixtas libres es una excelente noticia. De todas formas, me gustaría saber si ambos (él y ella) compiten realmente en igualdad de condiciones (los mismos metros de tirada y en general las mismas reglas) para comprobar si efectivamente hablamos de Igualdad.
También habría que decir que competir sin discriminaciones sexuales no tiene porqué limitarse a determinados deportes, me refiero a aquellos que se entiende que ellas no quedan teóricamente penalizadas por motivos físicos, por ejemplo. Debería ser una práctica generalizada.
De lo contrario, no deja de ser un ejercicio de tutela y proteccionismo por parte masculina, y de manipulación por parte feminista, ya que solo contempla y acepta la «igualdad» cuando les interesa para su discurso. Si se compite en igualdad, se debe competir siempre, no sólo en determinados contextos.
Una forma de empezar con esta práctica podrían ser las Olimpiadas. Con libre acceso de todo el mundo a todas las pruebas, eliminado las categorías masculinas y femeninas. Después podemos continuar con el deporte profesional.