Izquierda Unida de Cantabria llevará en su programa electoral para 2019 la creación de un impuesto a los grandes establecimientos “gravando sus impactos sobre el medio ambiente y el territorio”, así como el cierre en festivos y la revisión de las Zonas de Gran Afluencia Turística (ZGAT) “con el fin de apoyar a los trabajadores del sector y al pequeño comercio”.

Centros comerciales en Santander

El candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, Israel Ruiz Salmón, ha explicado estas medidas de implicación autonómica y municipal en rueda de prensa junto al concejal y portavoz de la formación en el Ayuntamiento de Santander, Miguel Saro.

Según ha relatado Ruiz Salmón, el impuesto sobre las grandes áreas de venta ya está implantado en comunidades como Asturias o Aragón y “tiene como objeto gravar la singular capacidad económica que concurre en determinados establecimientos comerciales como consecuencia de estar implantados como grandes superficies, en la medida en que esta circunstancia contribuye de una manera decisiva a tener una posición dominante en el sector y genera consecuencias negativas en la ordenación del territorio y el medio ambiente, cuyo coste no asumen”.

Entre ellas, ha citado la contaminación que producen los consumidores por desplazarse en coche hasta las grandes superficies o los impactos directos e indirectos que las infraestructuras y los medios de conexión producen sobre el territorio, que suponen «costos económicos, sociales y medioambientales que afectan a la vida colectiva” cuyo impacto se quiere «paliar y minimizar» con ese impuesto.

En concreto, la propuesta de IU para Cantabria afectaría a los establecimientos comerciales con una superficie útil de exposición y venta al público igual o superior a 4.000 m2, quedando exoneradas de este impuesto las exposiciones y ferias de muestras de carácter temporal o los grandes establecimientos que desempeñen única y exclusivamente actividades específicas (como jardinería o venta de vehículos), siempre y cuando la superficie útil de exposición y venta al público de los mismos no exceda de 10.000 m2.

Ruiz Salmón y Saro en rueda de prensa

Con esta medida, se estima una recaudación de unos 3 millones de euros al año, en cuyo cálculo tienen en cuenta como base imponible la superficie de aparcamiento de las grandes áreas de venta y factores como la superficie total, la población del área de influencia del propio centro de ventas o el acceso a través de medios de transporte público. En Asturias o Aragón la recaudación por este impuesto asciende a 9 millones anuales y afecta a establecimientos a partir de 2.000 m2 en el caso aragonés.

Por su parte, Miguel Saro ha defendido la “necesidad” de adecuar las ZGAT a su verdadero propósito, tal y como está recogido en la Ley, para que “se respeten los derechos laborales de los trabajadores del sector comercial y se permita una mayor conciliación laboral y familiar”.

Así, el concejal santanderino ha explicado que entre las competencias de los ayuntamientos está la de declarar qué espacios y durante qué período de tiempo existen las ZGAT, en las cuales los comerciantes disponen de total libertad para determinar las horas de apertura de sus establecimientos (los comercios menores de 300 m2 tienen total libertad).

“Este hecho beneficia a las grandes superficies, ya que el convenio colectivo que regula dicho tipo de comercios apenas compensa al trabajador, mientras que los convenios colectivos regionales reguladores de pequeños comercios (textil, del calzado) sí que recogen de forma más justa el derecho a algún tipo de compensación para sus empleados”, explicaba.

En el caso concreto de Santander, todo el municipio está declarado como ZGAT desde el 15 de julio al 31 de agosto, “un sinsentido” para Saro, quien argumenta que en el municipio el turismo se concentra desde la zona del Barrio Pesquero hasta el Sardinero, incluido el centro, una postura en sintonía con las defendidas por los sindicatos UGT y CCOO.

Frente a eso, proponen un modelo de cero festivos, tal y como ocurre en el País Vasco, donde las grandes superficies no pueden abrir en estos días, y de hecho defienden que el Estatuto de Autonomía de Cantabria tiene la competencia exclusiva en materia de comercio interior, “exactamente igual que en la comunidad vasca” por lo que “hace falta un Gobierno valiente en Cantabria que se preocupe de los trabajadores del sector”.

La ley estatal, sin embargo, determina que han de ser como mínimo diez los festivos en los que se permita la apertura de comercios de más de 300 y la Ley de Comercio de Cantabria marca su máximo en diez.

En este escenario, el portavoz de IU ha defendido que el Gobierno municipal “debería cambiar la ZGAT y hacerla realista”, mientras que el Gobierno autonómico “tiene la posibilidad de minimizar este perjuicio actual” para los trabajadores, concentrando el mayor número de festivos de apertura en el período en que Santander es ZGAT, reservando alguno para momentos concretos como las navidades y liberando los puentes festivos “para que los trabajadores puedan disfrutar del descanso –o las breves vacaciones- al que acostumbra el resto de la ciudadanía”.

“Sin embargo, en el calendario de 2019 el Gobierno permitirá abrir en Jueves Santo, impidiendo a los trabajadores que puedan disfrutar del puente completo”, citaba. “Todo esto ocurre cuando se conoce que la apertura del comercio en festivo ni genera empleo, ni competitividad, ni bajada de precios de los productos, ni aumento del consumo”, sentenciaba.