“Es una urgencia, lo dice la ciencia”, los jóvenes claman contra el cambio climático

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Los jóvenes son el futuro y quieren cambiarlo. Es algo que hemos apreciado al verlos frente a iniciativas contra la LGTBIfobia o liderando marchas feministas pero, ahora, el impulso adolescente ha demostrado que también quieren ser agentes del cambio en cuestiones medioambientales.

El movimiento que comenzó una chica sueca de 15 años, Greta Thunberg, y que ha convocado a miles de personas en diferentes países europeos, ha llegado a España, a Cantabria. Este viernes, la primera convocatoria del Fridays For Future ha reunido a más de 200 jóvenes en la plaza del Ayuntamiento de Santander.

La concentración ha reunido a más de 200 personas.

Se ha visto a niños con la cara pintada con rayas verdes, pancartas muy artesanales, como ya se apreció en el 8M, y lemas contra la inacción política ante el cambio climático. «No lo queréis ver», «se nos acaba el tiempo y no estáis haciendo nada”, «el momento es ahora», «vuestra inacción apesta», se podía leer en sus pancartas, que portaban acompañados también por padres, madres, profesores y algunos representantes políticos.

Pero los protagonistas absolutos son ellos, hasta el punto de hacerse con el control de la retransmisión en directo de EL FARADIO a través de Instagram –la red social de moda entre los jóvenes y la más usada este viernes-. De improviso, dos niños, Adrián y Gabriel, han tomado el micrófono y le han hecho una encuesta a Guillem Ruisánchez, que forma parte de algunas actividades educativas que han aprovechado los colegios para realizar en torno al medio ambiente y el cambio climático.

Es su momento, lo saben y van a aprovecharlo. Quieren cambiar la agenda y poner los problemas climáticos como una prioridad, también en los medios de comunicación.

Para hacerse oír, han gritado lemas como “lo hemos provocado, podemos arreglarlo”, “presente negro, futuro verde” o “queremos que Cantabria sea infinita», han gritado también con fuerza, demostrando que un movimiento global también es sensible a las particularidades de nuestra tierra.

“No sé si somos conscientes pero cada vez habrá más inundaciones, más suradas, más incendios”, alertaba un grupo de estudiantes de instituto a las puertas del Ayuntamiento. “Va a haber mucha más repercusión y espero que la gente tome conciencia”, confiaban.

Entre los asistentes, se ha visto a alumnos del colegio Cisneros, Alberto Pico, Santa Clara y del Vital Alsar, de Santander, del Manuel Llano, de Torrelavega, o del IES Valle del Saja, de Cabezón de la Sal, así como también estudiantes de la Universidad de Cantabria.

“QUEREMOS QUE CANTABRIA SEA INFINITA”

Ha habido varias acciones, como pintar flores en el suelo.

En el manifiesto que han leído tras la concentración, los jóvenes han recordado que la «emergencia climática» es «innegable» y de carácter mundial. «Vivimos sumidos en una lucha electoral interminable que está dejando la lucha en un segundo plano», han criticado, lamentando en el pleno político tanto el «negacionismo» del PP como las promesas incumplidas del PSOE.

Con todo, han advertido de que «no nos resignamos al desastre» y por eso han decidido «salir a las calles» cada viernes para reclamar «justicia ambiental». Son viernes «de desobediencia, esperanza y justicia» en los que se «rebelan» contra esta «pesadilla».

Además de recordar que quienes más contaminan son quienes más se benefician, han apelado a su deseo de que Cantabria «siga siendo verde», como finalizó, entre aplausos, la lectura del manifiesto, a varias voces, rematado por una niña.

La protesta ha incluido una pintada de flores sobre el suelo del Ayuntamiento o una representación simbólica del futuro con el cambio climático: dos cestas de comida, una actual con alimentos y otra con una fecha futura, vacía. También ha habido minutos de silencio por el clima, o el uso de símbolos: desde máscaras en la boca contra la contaminación hasta vendas en los ojos para simbolizar la ceguera ante el problema, mientras otros jóvenes tenían los oídos tapados como forma de reflejar la sordera de las instituciones ante sus demandas.

Los jóvenes han protestado contra la inacción política.

“Estamos preocupados”, aseguraban varios estudiantes ante los micrófonos de EL FARADIO. “Ya no es que tomen ninguna medida nueva sino que cumplan las que ya han acordado como los de París 2015”, han reclamado, recordando que países como EEUU se ha salido de este acuerdo “que ya es bastante poco exigente para lo que nos hace falta”.

Los niños aseguran que conocen desde hace meses el movimiento iniciado por Greta y del que han hablado en el colegio y los que son un poco más mayores, como sus promotores, creen que la iniciativa ha sido “una inspiración” muy necesaria. “Queremos que las instituciones nos tengan en cuenta”, reclamaba Adrián, uno de sus portavoces. “Como sociedad sabemos cuáles son las medidas que hacen falta y las hacemos pero es necesario hacer algo más desde las instituciones”.

También se han quejado de que los efectos ya se notan en Cantabria, especialmente en zonas rurales. “El clima ha cambiado muchísimo, en febrero debería estar lloviendo y ha hecho muy bueno. Nos están destrozando el futuro a nosotros y a muchas generaciones”, se quejaba Ana, que ha llegado con sus amigos desde Cabezón de la Sal. “Queremos que Cantabria sea infinita”, se oía gritar de fondo.

Pedro, estudiante de la Universidad de Cantabria, ha reclamado que se cambien las políticas y se “hagan países más ecológicos”, con medidas como la creación de granjas ecológicas o fomentando las energías renovables.

LOS ACTIVISTAS ADULTOS SE UNEN A LAS PROTESTAS: “HAY QUE CAMBIAR EL MODELO ECONÓMICO”

Apoyándolos, se ha podido ver  a activistas veteranos, emocionados por la preocupación de los más jóvenes. Había representantes de colectivos preocupados por el medio ambiente como la Plataforma contra las escolleras, de la Senda Costera o la Plataforma por un nuevo modelo energético y de la cooperativa Solabria, además de otros colectivos como Eureka, la PAH. Cantabria No Se Vende, ALEGA o UGT.

José Antonio Sánchez Raba, director del colegio público Cisneros y activista por una alimentación ecológica se ha mostrado optimista con este movimiento. “Esto va a cambiar porque tiene que cambiar; vamos al verde o si no nada”, opina. “Tenemos que dejar de preocuparnos y pasar a ocuparnos. Hay que pasar a la acción porque es urgente”.

Jóvenes reclamando que les están robando el futuro.

Raba ha criticado que “la prioridad de los políticos es lo que les mandan los banqueros e inversores, que solo quieren producir y contaminar a toda costa”, por lo que cree que la solución pasa por “cambiar este capitalismo salvaje a otro modelo económico”.

También ha dado el dato de que el 30% del cambio climático en Cantabria lo genera la alimentación, por lo que ha asegurado es preciso un cambio en el sector, con más consumo de proximidad y de productos locales “que a las multinacionales no les interesa”.

También se les han unido representantes políticos como Israel Ruiz Salmón, candidato de Izquierda Unida, Alejandro Ahumada y Mónica de la Parte y Gabriel Moreno candidatos de Equo a la confluencia de Santander, Paulu Lobete,  de Cantabristas; o Pablo Zuloaga, delegado de Gobierno y candidato del PSOE, acompañado por Jorge Gutiérrez, director general de Juventud.

En el partido verde Equo ha habido una gran representación, comenzando por su candidato en la confluencia de Santander, Gabriel Moreno, quien se ha mostrado alegre y emocionado por ver a los jóvenes tomar la palabra «por un problema que es de todos».

«Hay que cambiar el modelo productivo», ha reclamado, apuntando a diferentes áreas como el consumo de energía, papel, movilidad… «Cosas pequeñas a nivel individual pero, sobre todo, grandes a nivel de administración», ha asegurado, poniendo como ejemplo la cooperativa energética Solabria, en la que «nos alejamos del capitalismo exacerbado y nos acercamos a una cooperativa cuyo máximo interés es ayudar a las personas».

En cuanto a las medidas que se pueden llevar a cabo en Santander, propone que «las personas y las bicis ganen espacios en el centro», a través de aparcamientos disuasorios en las afueras y alternativas de movilidad. «Hoy por hoy, no hay carril para llegar al Ayuntamiento en bici», ha reclamado.

También de Equo estaba Alejandro Ahumada, que ha apuntado que en Cantabria «el problema más grave que puede haber es la contaminación del aire, que en Santander ha subido mucho y no ha sido alarma como debería», además del producido por los incendios.

También el candidato de IU ha apoyado esta iniciativa, reclamando un compromiso “que no está siendo asumido por los distintos gobiernos internacionales» y que llega de la mano de la juventud. «Esperamos que se consiga un mayor compromiso en las políticas públicas medioambientales», ha reclamado Ruiz Salmón.

Por su parte, desde el PSOE, Zuloaga ha asegurado que las acciones mediambientales deben ser «soluciones intermedias», y ha reclamado que «tanto los problemas micro», como las escolleras, «como los macro», el debate sobre movilidad, debe pasar por «medidas consensuadas». Por ello, ha reclamado altura de miras a los partidos políticos para crear planes de cambio como se ha hecho en ciudades como Bilbao o Burdeos.

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1 Comentario

  • Fernando Díaz
    16 de marzo de 2019

    ¿y si el cambio climático no tuviera como principal protagonista al hombre?
    ¿ y si las causas reales fueran físicas?

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