Una mascarada cántabra en la que la Naturaleza es la auténtica protagonista.

Una crítica del orden establecido que despierta a la par que renace el sol tras el invierno.

«La Vijanera es valiente y hasta suiza que voló y ya medio continente sabe donde está Silio».

La Vijanera es un rito invernal celta que se conserva gracias al interés y al trabajo de su pueblo que año tras año hace honor a su tradición, así como honra a sus antepasados. Pese a que no han podido terminar con este rito pagano esta festividad manifiesta la dualidad entre lo viejo y lo nuevo, el bien y el mal, la luz y la oscuridad y una manera de dar comienzo el nuevo ciclo con alegría festiva, música, tradición, arte y cultura expresada a través de formas zoomórficas y chamánicas presentes en el paleolítico.

La Vijanera

El sentimiento de comunidad se impregna en lo cotidiano como el trabajo en los montes y praos hasta trascender a la conservación de esta mítica tradición, típica del Valle de Iguña.

El impresionante ruido de los 8 campanos de cada traje de los zarramacos dan el pistoletazo a una espectacular fiesta que deleita al que se precia. Los danzarines blancos y negros  tocan el cuerno, bailan y piden guerra o paz.

Entre copla y copla miles de autóctonos y curiosos turistas disfrutan de esta entrañable fiesta de interés nacional que antaño estuvo censurada o denominada de salvajes.

Los motivos de las coplas son sátiras referentes a los sucesos y noticias más relevantes y destacables como las segundas elecciones y el sin gobierno por ver quien la tenía más larga, el levantamiento del pueblo de América Latina, la lección de la gente que lucha por las pensiones dignas, la excesiva preocupación por el AVE, la publicidad en la Sexta de la Vijanera, las inundaciones en santa Olalla, los vientos huracanados y el desbordamiento del regato la cultura y arte de Fitur vendiendo paseos por Marte, los necesarios diálogos con la alcaldesa.

El parto que año tras año se representa en el escenario de la campa bajo la ropa tendida y tras las coplas, da nacimiento además de a una gallina, un conejo o una cabra como este 2020 así también nace un nuevo año, el auténtico nacimiento del sol, la supervivencia a través la fertilidad de la tierra, siendo los días cada vez más largos.

Más de medio centenar de personajes todos varones: la Pepa, Paco Rana, el mancebo, el húngaro, el viejo, la madama, el marquesito…

La zorra al igual que el oso simboliza el mal y este dependiendo de si la luna está llena o nueva salía o se quedaba en su cueva. Se pasea por el pueblo y al final de la fiesta se le caza y se le mata.

Algunos personajes ricos y pobres, como los guardias civiles o el indiano o el fotógrafo son más recientes que los antiguos como la bruja o la zíngara con poderes adivinatorios. El ojáncano es un monstruo maligno de la mitología cántabra.

Los mozos y mozas del pueblo se llevan meses enteros preparando los trajes para el ritual y de generación en generación se vie con emoción siendo una tradición que se propaga como la pólvora y que cada vez llega a más rincones del planeta.

«Vijanero en los ochenta dabas lustre a tus albarcas no te olvides de nosotros ahora con to lo que abarcas».

«Y como decía alguno no lo dudéis ni un segundo que tenemos en Silió la mejor fiesta del mundo»

Larga vida a la Vijanera y que no se fosilice este rito milenario.