El Juzgado de Instrucción nº 3 de Santander, estos días en funciones de guardia, ha condenado a dos hombres por incumplir reiteradamente la orden de confinamiento del Real Decreto por el que se ha declarado el estado de alarma.

Tras ser detenidos y puestos a disposición judicial, ambos reconocieron los hechos y se conformaron con la pena solicitada por el Ministerio Fiscal, de 80 y 60 días de prisión, respectivamente.

No obstante, según lo dispuesto en el Código Penal, estas penas deben ser sustituidas necesariamente, y lo han sido por sendas multas de 640 y 480 euros.

Las sentencias, dictadas en el día de ayer, son firmes, al haberse alcanzado un acuerdo entre las partes.

Uno de los acusados fue detenido el pasado 26 de marzo, después de haber sido requerido por los agentes de la policía nacional y local hasta en diez ocasiones.

En el otro caso, el detenido se encontraba en la vía pública sin motivo justificado los días 23 y 24 de marzo, cuando fue requerido por la policía en dos ocasiones cada día.

El 25 también lo fue y un día después es detenido y puesto a disposición judicial. En todas las ocasiones, señala la sentencia, los agentes dieron la orden al hombre de volver a su domicilio, con las advertencias legales en caso de incumplimiento, y con la propuesta de sanción conforme a la Ley de Seguridad Ciudadana, de Salud Pública y del Sistema Nacional de Protección Civil.

Pese a estos incumplimientos, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad quieren agradecer a la ciudadanía de Cantabria el alto grado de cumplimiento que se está haciendo de las medidas decretadas por el Estado de Alarma para hacer frente a la emergencia sanitaria el coronavirus COVID-19.

Este viernes se levantaron 201 actas de sanción y también se detuvo a seis personas por incumplimientos graves. Y desde que se inició el Estado de Alarma, los detenidos ascienden a 37 y las propuestas de sanción a 3.828 en toda la Comunidad Autónoma.

No obstante, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad recuerdan que hay casos excepcionales de personas que salen acompañadas como es el caso de madres o padres con hijos menores a los que no pueden dejar solos en casa y quienes acompañan a personas con discapacidad o necesidades especiales y ancianos.

Y piden a los ciudadanos que no se reproche la conducta de esos ciudadanos ya que se trata de personas vulnerables y que ahora necesitan de la ayuda y solidaridad del resto.