El acceso a la alimentación o la educación, entre los principales problemas de la comunidad gitana durante la cuarentena
Los equipos de la Fundación Secretariado Gitano han llevado a cabo una encuesta telefónica a las personas gitanas participantes de sus programas, con el objeto de conocer mejor cómo está afectando la actual crisis sociosanitaria provocada por el Covid-19 en sus hogares, conocer las necesidades reales, adecuar nuestra intervención y nuestras demandas a las administraciones públicas.
En total, se ha entrevistado a 10.935 personas en 68 ciudades de 14 Comunidades Autónomas durante la semana del 30 de marzo al 3 de abril.
La principal conclusión es que hay una baja incidencia en los hogares gitanos por el Covid-19 (contagios, fallecimientos…), pero que la situación más acuciante y que más preocupa a las familias es la de cubrir las necesidades básicas y de alimentación.
El confinamiento tiene un efecto inmediato sobre la capacidad de ganarse la vida de gran parte de estas familias gitanas, que viven muy al día y subsisten con actividades precarias, a menudo irregulares y sin protección. Esto nunca les había ocurrido a las personas gitanas. Además, en contra de lo que a veces se piensa, sólo un tercio de las familias en pobreza extrema reciben prestaciones como la renta mínima.
En cuanto a los resultados de la encuesta respecto al acceso a necesidades básicas:
- Más del 40% de entrevistados está teniendo problemas de acceso a la alimentación. Las familias están recibiendo ayuda sobre todo de la familia extensa o el vecindario (más del 40%), seguido por las entidades sociales o las parroquias (más del 30%) y después por la administración (Ayuntamientos, 23,34%).
- El 28% del total de personas menores de edad son beneficiarias de becas de comedor escolar, y de ellas el 78% está recibiendo la comida que les corresponde por la beca a través de alguna fórmula habilitada por el ayuntamiento o el centro educativo, pero un 20% no la está recibiendo.
- El 34% tiene dificultades para pagar la luz, el 31% el agua, el 25,6% el alquiler y el 25% el gas.
- Más de la mitad (53,2%) necesitan apoyo de los servicios sociales de su localidad. De las personas que necesitarían este apoyo, un 61,2% no lo está recibiendo.
En cuanto a la situación laboral:
- El 64% de las personas gitanas participantes ya estaba desempleada; sólo el 14% estaba trabajando por cuenta ajena, el 3% por cuenta propia en la venta ambulante y un 19% en la venta ambulante no regularizada (ayuda familiar) o en la chatarra. Esta situación de desigualdad y vulnerabilidad se ha acrecentado con el transcurso de la crisis.
- Con el estado de alarma la situación de dos terceras partes de las personas gitanas asalariadas ha empeorado: más de un tercio ha perdido su trabajo, otro tercio ha sido incluido en un ERTE y a un 12% le han reducido la jornada. Sólo a un 24% no le ha cambiado la situación.
- El 71% de las personas que trabajan por cuenta propia se dedica a la venta ambulante de forma informal o ayudando a la familia y sin estar dado de alta
- Hay un 58% de personas desempleadas que no cobra ningún tipo de prestación y que está ante una situación de desprotección en estos momentos.
En cuanto a la situación educativa, se perciben las dificultades para seguir el curso:
- Sólo un tercio de los menores participantes en los programas educativos dispone de ordenador.
- Más del 40% del alumnado no tiene acceso a internet o lo tiene con datos limitados. El alumnado que se encuentra en mayor medida en esta situación es el de educación primaria (48,62%), ESO (38,20%), F.P Básica (37,74%) y Bachillerato (29,73%).
- Casi un 30% no puede realizar las tareas o trabajos que les están enviando desde los centros educativos, la mayoría por no tener un equipo adecuado, y/o material escolar. Además, hay un 15% que, aun teniendo medios, no avanza porque no entiende las materias y no tiene el apoyo adecuado para solventarlo.
- Sólo algo más de la mitad del alumnado tiene apoyo por parte de sus familias en el desarrollo de esas tareas.
Con estos datos, la Fundación Secretariado Gitano advierte de que la situación es «acuciante» para muchas familias gitanas, especialmente por la falta de alimentos y productos de primera necesidad,y llaman la atención sobre que «un mes después del confinamiento, la ayuda pública de emergencia no está llegando adecuadamente a quien más lo necesita y todo indica que habría que habilitar medidas urgentes y mecanismos extraordinarios».
Desde Secretariado Gitano proponen actuar con urgencia, activando a los servicios sociales municipales para que coordinen las ayudas de emergencia y entrega de alimentos en los barrios más desfavorecidos, y utilizar para ello, entre otros recursos, el FEAD (Fondo de Ayuda Europea para los más Necesitados).
Y mientras se materializa el anunciado Ingreso Mínimo Vital, habilitar ayudas monetarias de urgencia, al menos, a las familias con menores ingresos y con niños y niñas a su cargo.
Por último, proponen reforzar la colaboración de las administraciones locales con las ONG y reorientar algunas de las subvenciones actuales (como IRPF) para ayudas directas para cub