Este lunes 11 de mayo de 2020, he tenido el privilegio de ser parte, como demandante en el primer juicio cien por cien telemático en la historia que se celebra en España.

Este honor le cabe al procedimiento abreviado contencioso administrativo nº 38/2020, que como Carlos V de España, primero de Alemania, el abreviado 38/2020 pasará a la historia como el primero de lo contencioso de España y el primero de Cantabria.

Ante 32 personas como público virtual cualificadísimo, entre los que se encontraban, una Jueza del Tribunal Superior de Justicia de Valencia; Magistrados de Cantabria; Representantes del Consejo general de la abogacía; Abogados del estado de Cantabria y Madrid; El Decano del colegio de Notarios; Colegio de abogados de Málaga; numerosos representantes de despachos de abogados de Madrid, Cantabria; León, Valencia, Barcelona; Representantes de Universidades; Representantes de editoriales jurídicas, Organizaciones Covid, y ciudadanos interesados; Agencias de comunicación; Representantes de medios de comunicación convencionales y digitales, con el Ayuntamiento de Santander, personificado en la figura su letrado Juan de la Vega Hazas, como parte contraria, y con la Presidenta del Colegio de Procuradores de Cantabria, Rosaura Diez Garrido, como procuradora del establecimiento hostelero demandante, del que yo actuaba como letrada.

Allí, cerca de la hora del ángelus y rogando que no hubiera ningún diablillo tecnológico, en el antes citado Juzgado virtual de lo contencioso administrativo nº 2, ha tenido lugar el lanzamiento, de lo que algunos asistentes calificaban como el lanzamiento del Apolo.

Pues bien, no sin algún pequeño apuro que se sorteó satisfactoriamente, el magistrado titular del Juzgado, Luis Sánchez Acayro, inició el despegue, que no es otro que el despegue de la Justicia hacia la modernidad.

El magistrado en su introducción ha hablado de garantías procesales cumplidas y ha garantizado, dará fe el notario asistente, que se trataba de una vista pública, y sobre todo ha recordado que los Juzgados y Tribunales disponen de medios para poder celebrar vistas telemáticas.

Con esta energía tan e-positiva, las ganas de hacer, y la buena e-fe, que deben presidir siempre el derecho, la justicia y sus manifestaciones se ha desarrollado la vista, en apenas veinticinco minutos.

Sin incidencias, y concluyendo con una satisfacción extraprocesal, de la administración demandada hacia el demandante. Telemáticamente se aportó el documento que así lo acreditaba. Era el premio de la tecnología. Todos pudimos verlo y leerlo on line. Es prodigioso. En este sentido, hay que decir que los medios de la Dirección General de Justicia del Gobierno de Cantabria, puestos a disposición del procedimiento han funcionado perfectamente. Aplauso virtual.

Existen medios suficientes en la Justicia para iniciar este camino. La Justicia que no es rápida, no es justicia. La Justicia que no se incorpore a la sociedad de la información y nuevas tecnologías, se colocará una mascarilla virtual, fp3, que la aislará del desarrollo. Es obvio.

Recuerdo la implantación en la administración de Justicia de Cantabria, del Sistema Vereda en 2014. Resultó costosa y requirió un esfuerzo de todos los que estábamos implicados. Actualmente, supone una gran oportunidad, y una gran ventaja, la digitalización de documentos y las notificaciones telemáticas. Se trata ahora de dar un paso más. Nos empuja un microbio llamado Covid 19. Este lunes, en el contencioso nº 2 de Santander, se ha podido hacer.

Muchos procedimientos, por sus características de poca complejidad y sencillez, permiten la celebración virtual. No lo sé a ciencia cierta, pero quizás del orden de más de un millón en España se puedan celebrar de esta forma. Todas las audiencias previas civiles. La mayor parte de abreviados en el orden contencioso, social y mercantil. Algunos ordinarios y procedimientos penales, o parte de sus actuaciones.

Hablamos de la urgencia de dinamizar la economía. La Justicia mueve al año grandes recursos económicos por los intereses económicos en juego. Los procedimientos pequeños mueven mucho dinero al año. Es una gran oportunidad que no se debe perder. Los operadores de la Justicia debemos situarnos en primera línea, para que la sociedad advierta que es urgente invertir en Justicia y mejorar los actuales medios. Tendremos una Justicia mejor.

Nos jugamos nada menos que alcanzar la e-justicia que, paradójicamente es algo más tangible, necesario y urgente que la idea romántica de la Justicia, como bien de primera necesidad, en la que muchos creemos.