La Torre de Don Borja, proyecto cultural ubicado en Santillana del Mar, ha publicado un vídeo en el que esta edificación histórica relata en primera persona cómo está siendo su particular confinamiento.

El audiovisual, a través de la voz del propio edificio, narra cómo están afrontando el encierro las obras de arte que forman parte de la colección. Los cuadros se muestran aburridos, sorprendidos, confusos, cabizbajos, preocupados o melancólicos o ante la crisis del coronavirus que ha obligado al cierre temporal del proyecto. Algunas esculturas se han puesto a gritar, otras se han quedado de piedra y en algunos casos, incluso, les ha dado por meditar para sobrellevar estos meses difíciles.

En el vídeo, la Torre de Don Borja, que lleva en pie desde el siglo XV, termina recordando que en todos sus siglos de historia ha visto muchas cosas y que todas, hasta las más difíciles, han pasado. Y recuerda también que su principal característica es la paciencia y que cuando sea posible abrirá sus puertas de nuevo.

Este audiovisual se suma a las publicaciones diarias que, desde que se decretó el estado de alarma, realizan desde la Torre de Don Borja en las redes sociales para mantener activa la sede virtual del proyecto, ya que la física está cerrada.

La Torre de Don Borja ha apostado, desde el 14 de marzo, no solo por mantener el ritmo de sus publicaciones en Internet, sino por generar también contenidos específicos que dialogan con la situación actual. Desde los diferentes perfiles del proyecto, comparten cada día imágenes y textos que hacen alusiones al confinamiento, la paralización de la actividad cultural y la pandemia.

Marcos Díez, su director, asegura que “es difícil vivir de espaldas a lo que está sucediendo y por eso la mayor parte de nuestros contenidos intentan generar reflexiones sobre la situación actual, ya que consideramos que la cultura debe, ante todo, intentar que nos asomemos a lo que ocurre desde múltiples ángulos de visión”.

Díez, además, explica que “el proyecto es casi inagotable dada su riqueza y singularidad y que otro de los objetivos es compartir toda esa riqueza artística, histórica y cultural con los ciudadanos, puedan visitar o no físicamente la Torre de Don Borja”.

La Torre de Don Borja, proyecto privado impulsado por las familias Polanco y Pérez Arauna, rinde homenaje a las figuras de Jesús Polanco y Pancho Pérez González, editores de libros, empresarios de medios de comunicación y mecenas de la cultura. Su objetivo ahora es retomar la actividad, de forma paulatina y adaptados a las condiciones sanitarias que se requieran, el próximo mes de junio.