La nueva hembra de águila pescadora que anidaba en la Bahía, expulsada por el impacto de las carreras de motos acuáticas

"A la ya comentada contaminación acústica, los vertidos difusos, movimiento del sedimento, peligro de accidentes por colisión” se suma el daño a la fauna de la marisma
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La nueva hembra de Águila pescadora, que llegó a comienzos de junio a la Marisma del Conde, se ha visto obligada a abandonar lo que era su nuevo territorio, por incumplimiento de la normativa de navegación y dejadez, como señala ‘Ecoturismo Bahía de Santander’

El pasado sábado 20 de junio, coincidiendo con una pleamar a las 17 horas y un coeficiente alto, la ría de Cubas se convirtió otro verano más, en una pista de carreras de motos acuáticas, situación del todo anómala al tratarse de una Zona de Especial Conservación (ZEC) de la Red Natura 2000, incluido en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Cantabria.

Ese día se observaron 31 embarcaciones fondeadas en plena canal principal y otras tantas motos de agua a gran velocidad, superando los límites establecidos (5 nudos).

Motos de agua en la zona

El resultado de esta actividad, como denuncia Ecoturismo, ha sido “la ya comentada contaminación acústica, los vertidos difusos, movimiento del sedimento, peligro de accidentes por colisión” pero a ello se ha sumado “el abandono de una hembra de águila pescadora con posibilidades de reproducirse en futuras temporadas en la bahía de Santander”.

El águila pescadora se incluye en el Libro Rojo de las aves de España (2004) como “en peligro crítico” y aparece como vulnerable en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, y por ello desde Ecoturismo requieren que se desarrolle un plan de conservación, ya que sólo existía esta pareja en todo el Norte de España.

Su avistamiento se había convertido en un recurso turístico en torno al cual se desarrollan rutas y excursiones que permitían descubrir los recursos naturales de este municipio.

Por otro lado, el espacio que ocupan, parte de la ZEC Dunas del Puntal y estuario del Miera, también requiere que se desarrolle, en este caso, un plan de gestión, como fue aprobado por el Consejo de Gobierno de Cantabria, Decreto 18/2017, de 30 de marzo, por el que se designan Zonas Especiales de Conservación y se aprueba su Plan Marco de Gestión.

“¿Hasta cuándo tendremos que seguir esperando a que éstos y otros mecanismos de conservación se doten presupuestariamente y se desarrollen?” lamenta Ecoturismo Bahía de Santander.

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