Coincidiendo con el Día mundial de la juventud, que se celebra cada 12 de agosto y que este año tiene como lema «El compromiso de la juventud por la acción mundial», desde Talento para el Futuro (una plataforma de 40 organizaciones de la sociedad civil que integran a más de un millón de jóvenes) quieren destacar el compromiso de los y las jóvenes a nivel local, nacional y mundial por enriquecer los procesos y mejorar significativamente su representación y participación en las instituciones políticas oficiales.

Consideran que se está poniendo el foco de culpa por los rebrotes de la COVID-19 en los jóvenes. Cada día asistimos a declaraciones, artículos y tribunas que se centran en el comportamiento de los jóvenes, en si actúan saltándose la normativa y poniendo en peligro a la sociedad.

Si bien es innegable que hay comportamientos de jóvenes que ponen en riesgo la salud pública, desde talento para el futuro entienden que no tienen la exclusiva del «mal comportamiento» y que centrar la información en ese enfoque culpabilizador sólo muestra una cara de la realidad y puede contribuir a agravar el problema.

Los jóvenes se encuentran ante un momento crítico, dicen, con un futuro muy incierto, y arrastrando las consecuencias de la crisis económica anterior. Muchos jóvenes sólo conocen un mundo en constante crisis que les desconecta de las instituciones, que les hace pensar que el sistema no funciona y que nadie escucha sus problemas ni sus aportaciones.

Uno de los riesgos de esta desconexión, como advierten desde esta asociación, es generar “peores ciudadanos”: ¿cómo convencer a varias generaciones de que contribuyan a una sociedad en la que no creen, que les está dando la espalda? Para ellos esa es la clave del comportamiento de algunos jóvenes durante esta pandemia.

Parte de la solución pasa por destacar aquellas iniciativas de jóvenes que están contribuyendo a la sociedad en estos momentos. Poner en valor a aquellos que lo hacen bien, para que haya un ejemplo y una referencia en la que sí confiar. Muchos son los ejemplos de iniciativas impulsadas desde los jóvenes. New North en Asturias o el Instituto Galego do Talento en Galicia son prueba de ello. Otro ejemplo es Talento para el Futuro, se reivindican, plataforma desde la que han desarrollado una iniciativa en la que han agrupado a decenas de organizaciones y cientos de jóvenes, en un ejercicio de inteligencia colectiva joven sin precedentes, para hacer frente a los desafíos que afronta la sociedad. Y este es sólo un proyecto de los miles que están encabezando jóvenes en todo el país. Muchos más, por cierto, que aquellos que organizan fiestas o no se ponen la mascarilla, apostillan.

Se destacan botellones aislados y se habla poco de las aportaciones que están realizando los y las jóvenes desde el inicio de la pandemia, mostrando solidaridad y ganas de aportar la bien común y la lucha contra la pandemia, afirman. Y se preguntan: ¿Por qué iniciativas así no aparecen en los medios con la misma fuerza que un botellón aislado en una playa? ¿Por qué los líderes políticos no acceden a sentarse en la mesa con jóvenes para trabajar en soluciones? ¿Por qué no cerrar la brecha?