Actualmente existen más de 800 MW de potencia eólica que están siendo tramitados por socios de la AEC para su implantación en Cantabria. Los primeros parques podrían estar en construcción antes de dos años, siempre y cuando superen los exigentes informes de impacto ambiental que realiza la Administración. Según la Asociación Eólica de Cantabria, se trata sin duda de una buena noticia para la comunidad, teniendo en cuenta que la ratio de inversión de estos proyectos es de 1 millón de euros por cada megawatio instalado.

Hoy se ha celebrado la asamblea anual ordinaria de la asociación a la cual han acudido como invitados los consejeros de Industria, Francisco Martín, y Medio Ambiente, Guillermo Blanco. Ambos han manifestado “el mandato recibido de parte del presidente del Gobierno de Cantabria” de desarrollar las renovables en la región. Martín ha expresado que “llegó el momento de la verdad” para la eólica. Por su parte Blanco ha comprometido la colaboración de su departamento para dar curso a los trámites con “celeridad y seguridad jurídica”.

Hasta la fecha Cantabria sigue a la cola de España en cuanto a desarrollo de energía eólica, una fuente energética renovable y sostenible, que crea empleo en el territorio y descarboniza la economía del país. En la última década no se ha podido implantar ni un solo aerogenerador, a diferencia de otras comunidades autónomas vecinas con similares condicionantes de tipo ambiental y paisajístico. Las empresas del sector en la comunidad consideran que las renovables pueden ser un “puntal de desarrollo” para la economía de la región tal y como establece la estrategia europea para la era postpandemia.

Según el presidente de la AEC, Agustín Valcarce, Cantabria debe aprovechar el fin de la vigencia del actual Plan de Sostenibilidad Energético 2012 – 2020 para elaborar una planificación “más realista”, un marco para la tramitación de los proyectos que sirva para “impulsar realmente las renovables en la región y no para obstaculizarlas”. Existe la suficiente tecnología y un gran conocimiento para poder confiar en un desarrollo sostenible de la eólica por parte de las empresas que trabajan en la comunidad.

En opinión de Valcarce, “no tiene sentido complicar una actividad compatible con los valores ambientales, que además genera empleo e inversión”. El plan energético en vigor preveía un desarrollo de 700 MW de potencia eólica en la región, si bien el resultado real ha sido cero.

En opinión de la AEC, la causa no ha sido ni mucho menos la capacidad o la voluntad de inversión de las empresas eólicas. La AEC también solicita que la redacción de este nuevo marco se agilice y entre pronto en vigor con el fin de erradicar cualquier sombra de inseguridad jurídica sobre la inversión.

La agilidad por parte de la Administración en las tramitaciones sigue siendo la principal necesidad para que exista un desarrollo efectivo de las renovables en Cantabria. Calidad de viento, empresas profesionales y capacidad de evacuación a la red eléctrica ya existen. Sólo es necesario evitar demoras innecesarias en los procesos de evaluación de los proyectos.

En este sentido los promotores eólicos recuerdan que la nueva normativa estatal a través del Real Decreto-ley 23/2020 establece unos plazos de tramitación muy exigentes. Es una norma buena para propiciar la presentación de proyectos bien estudiados y fundamentados, pero hace depender demasiado las inversiones privadas de la capacidad de las administraciones para tramitar los parques. Por eso la AEC ha solicitado a los consejeros cántabros establecer “un marco de trabajo que racionalice y agilice los procedimientos”.

Agustín Valcarce recuerda que si las empresas eólicas siguen adelante con sus proyectos y no pueden cumplir los plazos por retrasos administrativos perderían sus derechos a construir los parques así como los avales depositados, que ascienden a 40.000 € por cada MW”.

Todos los proyectos planteados en Cantabria están fuera del sistema de primas y de las últimas subastas. Eso supone que son proyectos que saldrán al mercado libre, lo cual pone de manifiesto, según la AEC, la confianza de las empresas en las posibilidades de Cantabria como región productora de energía eólica. En la actualidad sólo hay en funcionamiento 32 MW en el parque de Cañoneras en Soba y otros 3 MW en el aerogenerador experimental de Vestas en el sur de la región.

La asociación eólica de Cantabria está compuesta por 17 empresas, de las cuales la tercera parte corresponde a los principales promotores de parques en la región. El resto es un conjunto de compañías de la cadena de valor del sector eólico en el que existen empresas de redes y sistemas, construcción, transporte, mecanizados, montajes eléctricos, etc…