«Que nadie entregue su vivienda sin luchar»
La frase del titular lleva la firma de Lucía Gutiérrez, Luci, víctima de un desahucio para después reocupar su casa y acabar consiguiendo un alquiler social. Por el camino, la desesperación, el ver que se podía perder todo por una crisis económica y financiera que arrastró a una cantidad de familias que puede sobrecoger a cualquiera.
Pero Luci y su marido Paco conocieron a la PAH y lograron una vía de apoyo que, con el tiempo, les ha servido para entender que, si ellos no luchaban por su vivienda, la acabarían perdiendo. La maquinaria puesta al servicio de los bancos no se frena, y consigue éxitos mediante la presión que se ejerce sobre las instituciones. Este es el sentir que queda en la tertulia especial que hemos tenido sobre vivienda.
Luci ha sido una de las participantes. Otra ha sido Gema Blanco, representante de la PAH de Santander, que ahora cumple siete años sin desistir del empeño de que personas que se ven amenazadas por una orden judicial se rindan. Ella lo sabe bien también. Y también ha participado Lucía Gómez-Colmenero, que sigue luchando por un Cabildo de Arriba que recupere la vitalidad y no siga deteriorándose como en los últimos años. Ella perdió a su madre y a su hermano el 8 de diciembre de 2007 en el derrumbe de la calle Cuesta del Hospital, algo con lo que ha tenido que «aprender a vivir».
Son tres personas que llevan ya mucho tiempo conociendo los sinsabores de no tener una plena seguridad sobre los hogares que tienen. La vulnerabilidad acecha, bien en forma de políticas urbanísticas insuficientes ante el deterioro de un barrio céntrico de una capital de comunidad autónoma, o en forma de amenazas por poder perderla en la lucha contra un banco o, incluso peor, contra un fondo buitre.
Por eso reclaman un papel mucho más activo de las instituciones. Y no sólo más activo, sino que tienda más a ponerse del lado de los ciudadanos que de las entidades financieras. Teniendo en cuenta la presente crisis económica, la que ya llevamos viviendo varios meses a causa de la pandemia, los tiempos que se avecinan pueden traer consigo