El Ayuntamiento de Santander recuperará y pondrá en valor la historia de la casa de recogida de Santa María Egipciaca, situada en El Cabildo, a través de un mural artístico de 10 metros que está siendo elaborado por la artista santanderina Mar Pajarón bajo el título ‘Musas olvidadas’.

Así lo ha explicado hoy la concejala de Juventud, Noemí Méndez, que ha acudido a la zona esta mañana para compartir impresiones con la autora del proyecto, que ha iniciado hoy los trabajos de preparación del muro antes de proceder a la pintura, que estará terminada el domingo.

La edil ha señalado que el objetivo de esta actuación supone dar visibilidad a todas esas mujeres que fueron acogidas en el centro huyendo del abandono, de la exclusión social o la de la miseria “y que enlaza con la necesidad actual de apoyo, protección y ayuda a las personas vulnerables”.

Méndez ha recordado que, hace más de 200 años, mujeres de escasos recursos, prostitutas, delincuentes, madres solteras e incluso repudiadas por sus maridos acudían a la casa de recogida para realizar labores de costura y elaboración de textiles con las que contribuían al sustento de la institución.

“Pretendemos rendir homenaje a aquellas mujeres olvidadas víctimas del sistema social, de los prejuicios y de la intolerancia, evocando sus historias y resaltando el valor de la solidaridad, tan importante en todas las épocas”, ha remarcado la concejala.

De esta forma, en la parte superior del mural se situará un cielo abierto plagado de estrellas y constelaciones simbolizando el futuro de estas ‘Musas Olvidadas’. “Las mujeres cobijadas bajo esta esperanzadora Vía Láctea aparecerán rodeadas de flores marchitas como metáfora de la tristeza por sus vidas no elegidas y permanecerán agarradas en medio de su casi desnudez tendiendo la mano a otra compañera a punto de hundirse en su deriva existencial”, ha descrito la artista.

El trabajo se realizará mediante una gama de colores grises con tonos azulados, con el fin de evocar un aire del pasado e integrarlo sobre las paredes de piedra del espacio-mural, creando una sensación de uniformidad con el conjunto del área urbana de la ciudad.

“Con esta intervención rescatamos una parte de la historia de la ciudad, muy poco conocida, y potenciamos la figura de esas mujeres que sufrieron la incomprensión de la época en la que vivieron y que, desgraciadamente, aún muchas hoy en día padecen en algunos países del mundo”, ha concluido Noemí Méndez.