Las fotografías que durante todo este mes se exponen en Basauri forman parte de un proyecto realizado por Ana Martín a finales de 2018 por encargo de las mujeres pertenecientes al sindicato agrario vasco ‘Etxaldeko Emakumeak’

La idea inicial era editar un calendario de 2019 que reflejase la filosofía de estas mujeres que se definen como ecoagrofeministras y defienden  la igualdad,  la soberanía alimentaria y la agricultura sostenible.

Para ello, Ana Martín, tomó como referentes imágenes y cuadros icónicos para transformarlos y colocar a estas mujeres como protagonistas no solo de una imagen, sino de una filosofía que va más allá de lo que a simple vista se puede apreciar. Por eso, cada fotografía va acompañada de un texto en donde este grupo de mujeres aporta su visión sobre el papel de la mujer en la sociedad, en los procesos productivos y en el cuidado del planeta.

«Compartimos la lectura de las ecofeministas. El sistema actual se sostiene sobre la naturaleza y los cuerpos de las mujeres y es imprescindible liberar ambos. Nos sumamos a la propuesta de la economía feminista de retirar el dinero del centro del sistema para colocar la vida. Estamos construyendo vida en el campo, vidas visibles, dignas en esta recampesinización  y es importante garantizar las libertades de expresión y de diversidad. Defendemos el derecho a a la alimentación saludable, la explotación debe desaparecer de nuestra cesta de la compra y debemos conseguir que la agroecología sea accesible a todos los sectores de la sociedad, afirman desde ‘Etxaldeko Emakumeak’.

PROYECTOS DE AUTOR

Para Ana Martin, los encargos creativos siempre son ilusionantes  por todo lo que suponen: «los encargos creativos siempre te ponen las pilas. Toda fotografía es un reto, pero aquí además hay que poner a trabajar más aún la imaginación, la originalidad y la intención de sorprender al público. Hay que hacer un esfuerzo extra para hacer llegar una idea, un mensaje al espectador, y ese desafío siempre es muy estimulante».

DE LUCHAS Y ANTÍDOTOS

En estos momentos, Martín trabaja en un proyecto personal que lleva por nombre ‘De Luchas y Antídotos’. Una inquietante propuesta en la que intercambia roles en cuadros clásicos a modo de llamada de atención sobre cómo las imágenes que consumimos habitualmente imponen la supremacía masculina en todo momento. También juega con espejos insertados en sus composiciones fotográficas para invitar a todo el mundo a probar su integración en diferentes roles y analizar cuáles son sus sensaciones al hacerlo, una crítica a los deberes de género que componen las imágenes que consumimos por miles cada día.

«Si eres niña y entras en un museo de arte clásico, te encuentras con que prácticamente todos los artistas son hombres. Las mujeres no pintan nada, las mujeres están fuera de la fiesta. Si eres niña y entras en un museo clásico, te encuentras, además, con que las imágenes que aparecen en las obras son casi todas de vírgenes que tienen bebés, de madres, criadas o de pibones que posan para el gusto o deleite de los hombres. Si eres niña y entras en un museo de arte clásico, ¿con qué referentes sales para construir tu identidad? La cosa es que las imágenes que vemos ahora en redes, publicidad, revistas…. van casi todas de lo mismo, porque las fotos que vemos ahora son herederas de aquellas pinturas. Pero podemos jugar y, jugando, empezar a romper barreras sexistas, crearnos nuevos referentes  y pintar…. pintar mucho!». Con estas palabras define la autora el proyecto en el que está inmersa actualmente.

OTRAS EXPOSICIONES ACTUALES

Actualmente  una de sus fotografías forma parte de la exposición colectiva #QuédateEnCasa MAScolecciónMAS que se puede visitar en el Casyc hasta mediados del mes de junio

La exposición conjunta está formada por piezas incorporadas en propiedad a ambas colecciones, obras de arte moderno y contemporáneo, casi todas ellas pertenecientes a artistas cántabros o residentes en la región, hasta un total de 62 creadores cántabros diferentes, ingresadas casi todas durante el período del Covid-19.

#QuédateEnCasa – Confinamiento 2020 muestra cuarenta fotografías que hace un año adquirió la Fundación Caja Cantabria. El proyecto nació de una iniciativa de Javier Lamela, Raúl Lucio y Javier Vila, con el objetivo de invitar a treinta y siete fotógrafos cántabros, residentes o no en la región, a fin de completar un conjunto de cuarenta imágenes diferentes y ponerlas a la venta, como apoyo a la Cocina Económica de Santander.

Durante todo el mes pasado, una fotografía de Ana Martín protagonizó el escaparate de La Caverna de la Luz.

La imagen elegida mostraba un petirrojo prisionero de una mano «Atrapado como lo estamos nosotros en una situación extraña desde hace ya un año», afirmaba la fotógrafa en la inauguración.

ANA MARTÍN

Ana Martín Zurdo es Licenciada en Publicidad y Técnico Especialista en Medios Audiovisuales. Su carrera laboral la llevó en un principio hacia el periodismo. Siguió practicando la fotografía como forma de expresión y, desde hace unos años, de forma más intensa gracias a la escuela de Jorge Represa, La Recámara y al Centro de Fotografía Contemporánea de Bilbao que dirige Ricky Dávila. Sus proyectos se han expuesto en el Centro Nacional de Fotografía de Torrelavega, en el Espacio Cultural Fraile y Blanco o en La Caverna de la Luz.

Ha participado en numerosos proyectos colectivos, tanto expositivos como editoriales, como «Mapa», «El aire retenido» o «Santillanenses». También ha participado en la gestión del festival Santander Photo. Recientemente plogró la beca para cursar el Máster de Fotografía de Autor en la escuela CFC.

Ahora su fotografía se divide en sus proyectos más libres y personales, y la fotografía social y comercial de su estudio La Central.