El debate eólico en Cantabria se ha puesto en marcha y va ganando en intensidad. Esta tarde ha tenido lugar uno que se ha emitido en directo en canal de YouTube de la formación Verdes Equo Cantabria, moderado por su coportavoz, Gabriel Moreno, y que ha contado con cuatro participantes que han desgranado diversos datos y argumentos sobre las energías renovables y más específicamente sobre la eólica.

Los participantes han sido Juan Ramón Ayuso, responsable del departamento de energía eólica del IDAE (Instituto de Diversificacion y Ahorro de Energía) del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico; Paco Ramos, del área de energía de Ecologistas en Acción; Agustín Valcarce, presidente de la Asociación Eólica de Cantabria (AEolican,) y Aitor Lobato, de Cantabria No Se Vende (CNSV) y de la Plataforma en Defensa de los Valles Pasiegos, impulsora de distintas iniciativas participativas en torno a estos proyectos.

El punto común de todos los intervinientes es que el cambio climático ya está aquí y que es necesario cambiar de modelo energético para tratar de contenerlo dentro de unos límites. La cuestión es ver de qué manera se puede lograr eso. También coinciden en que la energía eólica es una fórmula a explorar y en la que avanzar. La disensión se ha manifestado en la cuestión de los parques que se están tramitando en Cantabria.

Ahí es donde Lobato ha querido defender lo que parece que está en la mente de varios vecinos de los municipios más directamente afectados. «No estamos contra las renovables, pero sí de cómo se están planteando». Por eso ha pedido que las cosas se hagan mejor por parte de las administraciones. Es un asunto que abarca demasiado para un pequeño ayuntamiento, por lo que es hacia los gobiernos y parlamentos regionales y estatales hacia donde se debe dirigir la mirada.

Valcarce se quejaba de que el Gobierno de Cantabria no ha cumplido con los objetivos que se ha planteado para desarrollar las energía eólica. Es algo que cree constatado por el hecho de que sólo hay un parque eólico, el de Soba, en funcionamiento desde 2007, y un molino experimental en Campoo de Enmedio. En total, 35 MW instalados, cuando el plan del Ejecutivo de 2014 a 2020 contemplaba un objetivo de 707.

Ayuso también aportaba datos objetivos, comentando que esos 35 MW son el 0,13% de la potencia eólica de España, y un 22,9% de la potencia eólica de la comunidad, donde predomina claramente la hidráulica, que representa más de un 64%. También reflejaba que un 76,3% de la generación eléctrica no es renovable en la región, y que es deficitaria en un 72% de la electricidad que demanda. Además, sólo el 10% de la demanda es renovable.

La respuesta de Lobato era que «los datos son objetivos, pero no así los planteamientos». La afectación a los vecinos es algo que piensa que se debería de considerar de una manera más importante. «Ribota afecta a 100 cabañas en un radio de 500 metros, vividoras o potencialmente vividoras», es decir, que están habitadas o reúnen las condiciones para estarlo.