La plantilla de una subcontrata de Solvay estalla contra el “incumplimiento de las medidas de prevención y de las condiciones de trabajo”
El Comité de Empresa de Kuehne Nagel, subcontrata de la empresa Solvay –ubicada en Barreda-, ha exigido que cese “el maltrato” a sus ochenta trabajadores y trabajadoras, a quienes no respeta “las condiciones laborales ni las medidas de prevención de riesgos laborales”.
Respecto a las condiciones laborales, el Comité ha subrayado que esta empresa “no cumple las condiciones de trabajo de la empresa que anteriormente prestaba el servicio”.
Por otro lado, el Comité ha hecho hincapié en la inexistencia de medidas de prevención de riesgos laborales que aplica Kuehne Nagel –la Inspección de Trabajo, de hecho, ha propuesto aplicar un recargo del 30% a la denuncia por no contar con las medidas de seguridad adecuadas-.
En este sentido, a pesar de dedicarse al manejo de carretillas, la empresa “no ofrece a los trabajadores y trabajadoras la formación necesaria para desempeñar su trabajo”, lo que está provocando un riesgo de accidente muy alto “como están constatando los últimos acontecimientos, con un preocupante ascenso de los accidentes de trabajo”, ha denunciado el Comité, que ha detallado que ya habido “accidentes graves, como atropellos por la falta de espacio e indicaciones”
Por otro lado, los sindicatos han interpuesto más de cien demandas de cantidades contra esta empresa debido a las cantidades salariales adeudadas y, además, ha destacado que, de las ochenta personas que trabajan en total en la empresa, cuarenta han entrado por subrogación de la empresa anterior y cuarenta son nuevas contrataciones, de las que treinta, como ha constatado la Inspección de Trabajo, son contratos en fraude de ley.
El Comité ha destacado, ante todas estas irregularidades que están llevando a la plantilla “a una situación límite”, que “es necesaria una dirección visible que acabe con lo que ocurre ahora, que es una gestión centralizada desde Madrid, donde no conocen la situación en esta planta y lo que necesita el personal” y ha exigido a la empresa “que abandone la obsesión con la productividad a pesar de todo”.