La Guardia Civil ha borrado de sus redes sociales un tuit en el que asumía el discurso del régimen franquista que vinculaba a los guerrilleros antifascistas emboscados con “bandoleros”.

El tuit había despertado numerosas críticas de lectores, y también de periodistas de referencia como Miquel Ramos (La Marea, El Salto, Público, Directa, NYT, experto en crímenes de odio) o Antonio Maestre (La Marea, y autor de libros sobre memoria histórica).

Pues al final, gracias a la reacción tuitera contra el revisionismo histórico y el blanqueamiento del fascismo, la @guardiacivil ha tenido que borrar el tuit donde reivindicaba las cacerías de maquis y guerrilleros antifascistas durante la dictadura. pic.twitter.com/OxowA4yEu0

— Miquel Ramos (@Miquel_R) December 12, 2021

La Guardia Civil poniendo en valor los órganos de represión franquistas y la terminología usada por la dictadura contra los guerrilleros antifascistas. Qué país más bonito tenemos. https://t.co/Ogf53xNsSj

— AntonioMaestre (@AntonioMaestre) December 12, 2021

De hecho, entre las reacciones suscitadas por el tuit se encuentran numerosas menciones de lectores a testimonios de lucha sobre los guerrilleros antifranquistas, que también fueron llamados «maquis».

Entre esas respuestas, lectores cántabros recuperan libros que cuentan la historia de los legendarios emboscados cántabros, refugiados en territorios como los Picos de Europa.

Juanin, Bedoya, Machado, Gildo, Pin el Asturiano, El Cariñoso, Tampa, El Ferroviario… Y tantos guerrilleros antifranquistas que poblaron los montes cántabros. Héroes, ni bandoleros ni villanos pic.twitter.com/CRizxhA0IZ

— Pablo RTZ💢 (@Pablo_of) December 12, 2021

En Cantabria, los míticos Juanín y Bedoya tuvieron actividad mucho más allá de los primeros años de la posguerra,

Juanín, junto a Bedoya y muchos otros, mítico guerrillero maquis contra el franquismo, de los emboscados o los que se echaron al monte, nació en Potes, luchó en defensa de la República y fue encarcelado, pasando después a una libertad vigilada y trabajos forzados. La represión que sufría todavía después de haber cumplido condena le llevó a echarse al monte, en la Brigada Machado.

Su actividad se extendió hasta los años 50, cuando sólo quedaron él y Paco Bedoya, asesinados ambos en 1957. Su lucha llevó a un refuerzo específico de los cuerpos de seguridad del Estado y a divisiones específicas de la Guardia Civil como las que aludía el tuit borrado. Desde la dictadura se obvió su lucha antifranquista y se les presentó siempre como ladrones o bandoleros.

Su recuerdo ha sido retratado en obras como ‘Los que se echaron al monte’, de Isidro Cicero; ‘Dicen que murió Juanín’, de Javier Lezaola, ‘Juanín y Bedoya. Los últimos guerrilleros’, de Antonio Brevers’ o, en clave de novela, ‘La mujer del maquis’, de Ana R.Cañil

Su memoria sigue viva en hitos como el homenaje anual a Juanín en Potes o a la Brigada Machado en Bejes , o la reciente reposición del monolito a Paco Bedoya, en Islares, por iniciativa de la asociación Archivo Guerra y Exilio (AGE).