La Ley del Suelo podría conseguir un amplio consenso parlamentario para su aprobación. Es el deseo que ha expresado el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, tras su reunión con la presidenta del PP cántabro, María José Sáenz de Buruaga.

Sin embargo, partidos de izquierdas de la comunidad que no tienen representación en la cámara regional se han apresurado a criticar las enmiendas pactadas por PRC y PSOE, porque ven abierta la posibilidad de que construir en terreno rústico sea la práctica permitida a partir de esta nueva norma.

Asociaciones ecologistas como Cantabria No Se Vende (CNSV) y Ecologistas en Acción también han querido expresar su opinión en este debate. Y lo hacen en un sentido negativo respecto a cómo puede quedar la ley.

El poder construir viviendas en suelo rústico en cualquier municipio de Cantabria es algo que les recuerda a los tiempos de la burbuja inmobiliaria. Y son varias las veces en que han expresado que, con las intenciones a plasmar en la nueva ley, sería como permitir que ocurra en la zona interior de la Comunidad lo mismo que sucedió en el litoral en los años donde se creaba empleo a borbotones en la construcción, para después destruirlo porque ya se había agotado el modelo.

En CNSV hablan directamente de especulación urbanística. Y recuerdan los efectos que tiene sobre el territorio, incluyendo lo que se contribuye al cambio climático.

Este colectivo social reivindica que el medio rural es el lugar donde deben proliferar proyectos de producción agroecológica. Precisamente por la naturaleza y los paisajes que tiene Cantabria, creen que ese tipo de actividad es mucho más respetuosa con el medio natural que el dejar vía libre a la construcción, arañándole espacio al suelo fértil para destinarlo a algo mucho más improductivo.

CNSV explica que abrir la veda sería avanzar en la dependencia del turismo y aumentaría la presencia de segundas residencias en Cantabria. Es decir, no se evitaría la despoblación, pese a que es eso mismo lo que se señala desde el PRC para incorporar esa medida en el articulado de la norma.

Incluso se alude al cambio climático. CNSV considera que regresar al modelo del ladrillo supone un modelo de sobre consumismo, también desde el punto de vista energético. Una sobreexplotación de recursos que va en la dirección contraria de la lógica de los tiempos que vivimos.

Luis Cuena, de Ecologistas en Acción, también señala como principal cuestión de esta Ley el permitir construir en suelo rústico y en cualquier municipio.

Le parece un regreso a ese modelo especulativo del ladrillo, una «ofensiva» que ahora queda validada por PRC y PSOE, después de que los socialistas hayan tenido un debate interno sobre esta cuestión que se ha saldado con un acuerdo con sus socios de Gobierno a la hora de presentar las enmiendas al borrador que presentó la Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Ordenación del Territorio.

Cuena recuerda que, en una reunión de Comunidades Autónomas en Santiago de Compostela por un urbanismo responsable, la gran mayoría de ellas apostaba por volver a abrir esta vía que se cerró de manera abrupta con el inicio de la crisis financiera de 2008.

Eso mismo cree que plantea ahora el Gobierno de coalición de Cantabria. Y además podría hacerlo con un amplio consenso en el Parlamento si las posturas se siguen acercando.