Cantabria ha acogido estos días el Congreso de CIMA, la asociación que agrupa a las mujeres cineastas, y del que, tras un informe que enumera las distintas situaciones de desigualdad de género que se producen en el audiovisual, reivindican un esfuerzo para evitar estos desequilibrios que hacen que carreras y proyectos con talento no tengan la misma difusión que otras.

Así lo plasma la Carta de Cantabria, que   advierte de la brecha económica en el mundo del cine en relación a los proyectos desarrollados por mujeres:  los proyectos cinematográficos liderados por mujeres cuentan con un coste económico que es de media un 50 % menor que los liderados por hombres, trasladando la precariedad laboral a todo el equipo. Este porcentaje se repite en la concesión de las ayudas públicas,

Además, las jóvenes cineastas denuncian una enseñanza en las universidades y escuelas de cine sin referentes femeninos que aumenta la falta de confianza en su futuro como profesionales del audiovisual.

Y se advierte de que las productoras no disponen de recursos para el desarrollo de nuevos proyectos, lo que repercute en la calidad y en la falta de remuneración a guionistas, equipos de desarrollo, etc. –

A esto suman que se siguen produciendo situaciones de acoso laboral y falta de apoyo del entorno profesional.

Frente a esto, destacan como el asociacionismo  ha permitido crear comunidad y fortalecer el tejido profesional. -En aquellas comunidades autónomas que han implementado políticas de igualdad han aumentado las producciones con autorías femeninas.

En consecuencia, en la Carta de Cantabria reivindican medidas como

• Que el 50 % de la dotación de las ayudas públicas sea para proyectos liderados por mujeres. ● Transparencia en los sueldos y condiciones de contratación.
• Reabrir las líneas de ayudas al desarrollo en las subvenciones estatales.
• Que se incrementen las cuotas de pantalla de cine europeo para aumentar las posibilidades de exhibición de las películas de mujeres.
• Respeto a la autoría de las responsables técnico-creativas.
• Que la futura Ley del Cine y la Cultura Audiovisual incorpore un decidido apoyo a las actrices, aplicando medidas de acción positiva para revertir la desigualdad de los elencos, ajustándolos a la realidad social.
• Implantar políticas de alfabetización audiovisual a largo plazo para educar la mirada.
• Mejorar los sistemas de control sobre posibles prácticas fraudulentas en la aplicación de las medidas para la promoción de las mujeres en las ayudas públicas.

Desde CIMA abogan por alcanzar el 50% de representatividad de las mujeres en el sector en un plazo no superior a tres años. “Esto aumentará la cantidad y diversidad de las miradas en los contenidos audiovisuales y convertirá a esta sociedad en más plural, más justa y más rica culturalmente. Porque sin igualdad no hay democracia”, señalan.

REPRESENTATIVIDAD

Según detallan en su informe, las mujeres han representado en 2021 un 32% del total de profesionales frente a un 68% de los hombres. Estos porcentajes describen al sector cinematográfico de los largometrajes como un ámbito masculinizado. En 2020 el porcentaje era del 33%.

El porcentaje de mujeres en los cargos de responsabilidad masculinizados es:

Producción (26%)

Dirección (21%) Solo ha aumentado un 2% en seis años.

Guion (31%)

Composición Musical (12%)

Dirección de Fotografía (16%)

Montaje (30%) Solo ha aumentado un 1% en seis años.

Sonido (17%)

Efectos Especiales (29%)

 Por sectores, la menor representatividad se localiza en el Animación (26%), seguida de Documentales (31%) y Ficción (33%). Esta media de 33% en ficción se reduce al 18% si nos referimos a dirección y a un 7% si hablamos de directoras de fotografía.

Este es el séptimo informe anual elaborado por CIMA. En una comparativa histórica vemos que en 7 años ha habido un crecimiento de seis puntos porcentuales, de un 26% en 2015 a un 32% en 2021.

Sin embargo, que este porcentaje incluye la altísima representatividad de mujeres en Vestuario, Maquillaje y Peluquería, Dirección de Arte y Dirección de Producción. En otros apartados, como Dirección, Música o Fotografía los porcentajes son del 21%, 12% y 16%, respectivamente. Muy lejos de ese 32%. No se puede hablar de consolidación del incremento.

Los cargos feminizados continúan siendo Diseño de Vestuario y Maquillaje y Peluquería, aunque su tendencia está en decrecimiento. Son los únicos cargos, junto con Producción, que han obtenido una media de crecimiento negativa en el histórico.

Los costes medios de las películas dirigidas por mujeres son la mitad más bajos que los de las películas dirigidas por hombres (-50%).

Las medidas de apoyo a la promoción de las mujeres en la concesión de ayudas estatales -generales y selectivas- están funcionando y favorecen la puesta en marcha de películas con autoras y técnicas en una proporción mayor.Se constata un aumento progresivo de representatividad de títulos liderados por mujeres en ambas líneas de ayudas. En las ayudas generales partíamos de una representatividad del 13% en 2018 y en 2021 resulta del 38%. En las selectivas, partíamos de un 23% en 2018 hasta llegar a un 51% en 20. En éstas, los títulos dirigidos por mujeres, en las ayudas selectivas, han conseguido situarse en términos equitativos de representatividad (entre un 40% y un 60%) durante dos años consecutivos.

RECONOCIMIENTOS

El 100% del reconocimiento de 2021 a través de los premios de carácter nacional ha recaído exclusivamente sobre hombres

En los festivales nacionales las directoras y guionistas tras las películas reconocidas suponen un 48%. En los festivales internacionales, un 30%. En 2021 se mantiene el índice de éxito: el porcentaje de mujeres premiadas es superior al de hombres teniendo en cuenta las obras presentadas.