Victoria Martín y Carolina Iglesias, es decir, Living Postureo y Percebes y Grelos, le han lanzado un gigantesco JA a las voces que hace un año, porque este debate público existió, cuestionaban el impacto entre el público del humor hecho por cómicas como forma de argumentar (sic) el veto a las mujeres en determinados espacios de monólogos.

En realidad esa JA le dieron hace meses, cuando anunciaron que Estirando el chicle Show, la extensión de su exitoso podcast, cerraría su espectáculo por todo el país –que en Cantabria fue en el Palacio de Festivales—en el Wizink Center de Madrid, un gigantesco recinto apto para las grandes competiciones deportivas y los megaconciertos.

Fue anunciarlo y agotarse las entradas en cuestión de horas, en un logro que ya se destacó entonces, pero que hoy al verlo impresionaba: desde los momentos de la espera y los aplausos hasta la sorpresa de las actuaciones previas como la de la mismísima Rigoberta Bandini y lanzamiento de bragas incluido.

La cita supone un cierre a todo un ciclo que empezó sumando las carreras de ambas cómicas, con su trayectoria previa, primero en una serie de You Tube y luego un podcast improvisado durante la pandemia, con mujeres como invitadas en torno a temas concretos asociados a ellas y un tono desenfadado, cínico y sin tapujos que congregó a una notable comunidad en torno a ellas. Temas como la salud mental o los tabúes sexuales se hablaban con naturalidad en un formato acogido por Podium Podcast de la Cadena Ser, que se puede ver por streaming y que les valió un Premio Ondas, por el estilo innovador, en cuya entrega ambas cómicas se reivindicaron como las “pringadas de la clase”.

El llenazo del Wizink les ha dado además un poco de calidez después de un verano duro, en el que llegaron a suspender su presencia en redes por las reacciones a la presencia en su edición de verano de una de sus invitadas.

En el equipo, por eso lo destacamos aquí, se encuentra en la producción, la parte menos visible del audiovisual en general –Nacho Pérez-Pardo, santanderino y pareja de Victoria, cuya vocación audiovisual se despertó con las clases del realizador Nacho Solana en el taller El cine en tus manos, de la productora cántabra Burbuja Films.