El grado de medicina es frecuentemente estresante debido al alto nivel de exigencia. Algunos problemas conocidos por desencadenar el estrés académico son las tareas excesivas, la competencia entre compañeros, los exámenes y los problemas relacionados con la gestión del tiempo. La pandemia por Covid lo que ha hecho ha sido aumentar la prevalencia de Burnout entre estudiantes. Así lo explica Patricia Díaz Rodriguez en su Trabajo Fin de Grado, donde analiza la prevalencia de este síndrome entre estudiantes de medicina de la Universidad de Cantabria.

El síndrome de burnout es un trastorno adaptativo crónico que se presenta como un estado de agotamiento físico, emocional y cognitivo originado por la exposición crónica a situaciones estresantes. Afecta de manera negativa a la calidad de vida de la persona y a su productividad. Este síndrome se ha observado principalmente en profesiones que cuidan de personas, como el cuidado de la salud, servicios sociales o educación y se ha visto agravado con la pandemia Covid.

El síndrome de burnout, a pesar de no estar recogido aún en el DSM-5, es una problemática real que afecta de forma directa en la salud mental y física de los médicos, que comienza ya desde su etapa como estudiantes en la universidad.

Patricia Díaz Rodríguez ha llegado a la conclusión de que los estudiantes de medicina de la Universidad de Cantabria presentan un alto nivel de este síndrome, por lo que propone la necesidad de realizar un cambio importante en el sistema que pueda prevenir, detectar y afrontar esta circunstancia entre los estudiantes.

Un estudio en 43 facultades diferentes muestra datos que la autora del estudio califica como «alarmantes»: 40% de los alumnos tiene algún signo de depresión, siendo un 10´2% de depresión grave. Un 11% presenta ideación suicida, 24´7 % muestra alta ansiedad, 21´5% presenta ansiedad habitual (rasgo de ansiedad) y un 36´8% tiene altos niveles de burnout (15).

En sus conclusiones, Díaz insiste en que las cifras en Cantabria están por encima de esos datos y entre las medidas que propone para reducirlas está la práctica del Mindfulnes.  «Este manejo podría tener un gran impacto en la salud de los estudiantes y en el ejercicio médico profesional. Esperamos también que los resultados conduzcan a futuras líneas de investigación, como estudios multicéntricos y longitudinales para conocer los cambios que podrían ocurrir con las diferentes estrategias implementadas y así analizar cuáles son más eficaces para disminuir y proteger a los alumnos».

La autora del estudio añade que sería de interés la ampliación de la muestra del estudio realizado, que se ha centrado en 359 estudiantes sobre una cifra total de 794 alumnos, e incluir el estudio de síntomas afectivos, rasgos de personalidad y otros posibles factores de riesgo y protección.