Homenaje a Jesús de Cos en el décimo aniversario de su fallecimiento
Se cumplen 10 años de su fallecimiento y aún se sigue sintiendo su ausencia, se sigue echando en falta su vitalidad y su energía, siempre emprendiendo nuevos proyectos. Un luchador incansable que nunca se dio por vencido. “Los únicos vencidos son los que no luchan” decía Rafael Amor en una canción y eso inspiró el título del libro de Jesús de Cos: “Ni bandidos, ni vencidos”.
Se dieron cita en la Biblioteca Central diversos colectivos y partidos, IU, CNT-AIT, Cantabristas. También acudió la directora general de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica, Zoraida Hijosa.
Abrió el acto María Toca, que repasó no sólo la vida de Jesús de Cos sino también de su padre, Donato de Cos, muerto en Gusen y eje principal de la familia, que dio lugar a una estirpe de luchadores.
Intervino después el periodista y escritor Isidro Cicero que conoció a Jesús y habló de cómo se heredan los traumas en las familias que han sufrido la represión, como fue el caso de la familia de Cos, cuyo padre murió asesinado por los nazis, su hijo Manolo de Cos fue condenado a muerte pasando muchos años en la cárcel y en campos de trabajos forzados, su otro hijo, Jesús, se tuvo que echar al monte. Un hermano de Donato fue ejecutado a garrote vil en Santander. Les desposeyeron de todos sus bienes, en fin, una familia destrozada por la barbarie fascista, como muchas otras en este país nuestro.
A continuación, Mari Sol González, viuda de Jesús de Cos y delegada de AGE en Cantabria, leyó un escrito enviado por el hermano de Jesús, Maximino de Cos, que, a punto de cumplir 101 años, no pudo asistir al acto de homenaje, pero envió un resumen en pocas palabras de la trayectoria de la familia de Cos.
Y cerró el acto Mari Sol con un poema que Antonio Casares dedicó a Jesús de Cos titulado «Palabras para un nuevo Quijote» que emocionó a toda la sala y muy especialmente a Mari Sol que apenas pudo terminar el poema.
PALABRAS PARA UN NUEVO QUIJOTE
(dedicado a Jesús de Cos por Antonio Casares, 10 de mayo de 2008)
Te llamas Jesús, como Jesucristo,
eres un Quijote, como el de La Mancha,
luchas por las cosas que te pertenecen,
aunque te las nieguen aquellos que mandan.
Sigues siendo el mismo que fuiste y serás,
eres transparente como el agua clara
de los manantiales de la libertad:
el sueño que siempre tuviste en tu alma.
Todos tus afanes son republicanos.
Todas tus ideas son republicanas.
Por eso yo quiero escribirte un poema
para que lo canten los que nunca cantan,
para que lo lean los que nunca leen,
para los que olvidan, para los que callan.
Tú eres el espejo para que se mire
el Adán futuro, la Eva de mañana,
la luz que nos guía en la hora presente,
cuando algunos niegan la evidencia, o hablan
para sembrar odio donde tú sembraste
la semilla eterna de una nueva patria,
donde quepan todos, donde nadie vuelva
a forjar cadenas, a templar espadas,
a poner sus sucias manos sobre el pueblo,
a inventar la historia o a tergiversarla.
Sigue hacia adelante, Caballero Andante,
persiguiendo sueños, partiéndote el alma
por los ideales que siempre tuviste,
siendo como un Cristo de perdidas causas.
Tú eres para mí un nuevo Quijote.
¿Me dejas Jesús, ser tu Sancho Panza?