Mayo, el mes de la salud de las madres

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||por CHARO QUINTANA, presidenta del OVO (Observatorio de Violencia Obstétrica)||

El pasado 3 de mayo se ha conmemorado el Día Mundial de la Salud Mental Materna y, del 14 al 20, se ha celebrado la Semana del Parto Respetado. Ambos eventos abordan temas de gran actualidad: la salud mental que tanto está dando que hablar desde que los medios de comunicación y nuestra propia realidad nos han mostrado el gravísimo deterioro que está sufriendo en amplios sectores de la ciudadanía y la necesidad de caminar hacia un modelo de atención al parto muy diferente del actual, cuestionado por intervencionista, deshumanizado y generador de violencia obstétrica.

Urge llamar la atención sobre la salud mental de las madres, en una sociedad que tradicionalmente ha restado importancia a las quejas de las mujeres, que practica una medicina androcéntrica y sin perspectiva de género, que todavía estigmatiza la enfermedad mental y que aborda la maternidad desde prejuicios y estereotipos y la idealiza. La cantante Zahara se atrevió a romper mitos tras su maternidad hace unos años: “El postparto ha sido el peor momento físico de mi vida. Es precioso crear una vida, pero dejé de ser yo”.

Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cinco mujeres va a padecer algún trastorno en su salud mental durante el embarazo y el primer año tras el parto. Su salud mental puede afectarse también cuando experimentan un aborto espontáneo, lo que sucede en uno de cada cuatro embarazos, dan a luz un bebé prematuro, enfermo o muerto y durante los tratamientos de reproducción asistida.

Se calcula que siete de cada diez mujeres afectadas ocultan su malestar. De hecho, a la depresión postparto se la denomina “depresión sonriente” por el esfuerzo que hacen las madres afectadas por disimular su sufrimiento. Esto ocasiona retrasos y ausencia de diagnósticos: hasta un 75% de las afectadas queda sin tratamiento.

Los cuadros más frecuentes son los trastornos depresivos perinatales, la ansiedad, el trastorno de agotamiento postnatal, los trastornos obsesivo compulsivos y el trastorno psicótico que llega a afectar a un de cada mil mujeres en esta etapa de la vida. Las consecuencias más graves son el suicidio, primera causa de muerte materna hasta un año después del parto y el infanticidio. Pero estos trastornos no solo son causa de sufrimiento para las mujeres sino que afectan al desarrollo del feto, a los resultados obstétricos y al desarrollo cognitivo, emocional y social de los hijos.

Sensibilizar acerca de estos problemas es importante para que las mujeres afectadas reconozcan lo que les está pasando y soliciten ayuda. También para que los servicios de salud atiendan la salud mental de las madres como se hace con la salud física durante la gestación y el puerperio, mejoren la detección, identificando factores de riesgo y síntomas y preguntando a las mujeres gestantes y puérperas acerca de su estado de ánimo.

El objetivo es que reciban la atención y acompañamiento que precisan cuanto antes para reducir su malestar, adaptarse mejor a los desafíos de la gestación y la maternidad y vincularse afectivamente con su bebé. Para ello, los recursos dedicados a la salud mental perinatal deben aumentar. Y también es necesario cambiar el modelo de atención al parto. Los partos deben ser cuidados ya que son un momento único e intimo, lleno de expectativas, pero también de incertidumbre y miedo, que requiere el mayor de los respetos hacia quienes lo están atravesando. Se ha comprobado que, de no hacerlo, el parto puede ser tan estresante como para desencadenar otro problema grave de salud mental, el síndrome de estrés postraumático. Los estudios muestran como este trauma tiene que ver con haber recibido cuidados inadecuados por parte de los profesionales y con un alto intervencionismo obstétrico. Las mujeres describían que no habían tenido ningún control sobre su parto, que habían sido tratadas de forma autoritaria, deshumanizada e irrespetuosa y que sus opiniones habían sido ignoradas.

El lema del Día Mundial de la Salud Mental Materna para este año 2023 es: “La salud materna importa”. Que así sea.

 

 

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