Santander ha puesto en marcha una nueva experiencia para conocer la ciudad. Se trata del servicio de las rutas ecoturísticas en el entorno de Santander Norte Litoral-Costa Quebrada.

Las rutas, que podrán realizarse tanto en barco como a pie, contarán con guías interpretes del territorio, que faciliten la puesta en valor del patrimonio natural y cultural de este entorno, y forman parte de las actuaciones enmarcadas en el Plan de Sostenibilidad Turística, financiado por la Unión Europea-Next Generation EU y PRTR.

Se ofrecen  dos tipos de experiencias: En barco a través de la propuesta ‘Costa Quebrada desde el Mar’, de la empresa Bahía de Santander Ecoturismo y a pie, con cinco rutas disponibles para disfrutar de los diferentes recursos y distintas oportunidades, de la mano de la Asociación Costa Quebrada.

La ruta en barco consiste en embarcar en Puertochico para después recorrer el frente marítimo de Santander, durante una hora y media, hasta el entorno de Cabo Mayor. Los participantes pueden disfrutar de playas, islotes, ensenadas, la Península de la Magdalena, acantilados, aves marinas, y de las olas, y estarán siempre acompañados por una guía interprete, que facilitará el desarrollo de una experiencia ecoturística de calidad.

Las salidas tendrán lugar cada martes y viernes en los meses de julio y agosto a las 10.30 y 12.15 horas con salidas programadas también en septiembre y durante Semana Santa de 2024. El coste es de 20 euros adultos y los niños menores de 12 años, 18 euros. Es necesaria la reserva previa a través de la web de la empresa que presta el servicio, Bahía de Santander Ecoturismo y Educación Ambiental, o bien solicitar la información en la Oficina de Turismo de Santander.

Por su parte, las rutas a pie, por el entorno norte, consisten en 5 paseos para disfrutar de los diferentes recursos y distintas oportunidades, de la mano de la Asociación Costa Quebrada, que pueden reservarse desde su página web.

La primera de las experiencias a pie, lleva por título ‘De arrecifes y playas’ y pretende desentrañar, a través de la lectura de diferentes elementos paisajísticos, geológicos e histórico-culturales el pasado y presente de la Península de la Magdalena.

En segundo lugar figura la ruta ‘Entre Cabos’. Desde el final del Sardinero hasta el Faro de Cabo Mayor, podrá interpretarse el paisaje, introduciendo al participante en los fósiles de variada fauna de invertebrados y geología de la zona.

A través de ‘La Piedra Domada’, que transcurre por los acantilados de Cueto y Monte, hasta La Maruca, se explora la estrecha relación entre los recursos geológicos disponibles en la zona y los usos, costumbres, artes y tradiciones de la población, desde hace miles de años hasta la actual.

Asimismo, en el último tramo del litoral santanderino que forma parte del Proyecto de Geoparque Aspirante de Costa Quebrada, en el entorno del Islote de Virgen del Mar, se desarrolla la experiencia ‘De rituales y creencias’. Y en el entorno de la Playa de La Maruca, se celebrarán, en determinadas fechas, ‘Safaris Mareales Accesibles’, acercando a personas con discapacidad, el disfrute de las especies y espacios de nuestro litoral.

Todos los beneficios de las rutas a pie (a 3 euros por participantes, menores de 12 años gratis), se destinan a su reinversión en el territorio, para conservación, y sensibilización, de la mano de la Asociación Costa Quebrada.

En ambos casos, son actividades neutras climáticamente, ya que se calcula la huella de carbono de la participación en la experiencia, y se realizará su posterior compensación. Además, con el enfoque de experiencia ecoturística, que debe favorecer la conservación del entorno en el que se realiza, se ponen a disposición de proyectos de conservación de la biodiversidad local, el 10% del importe recaudado de las rutas en barco, y el 100% de las rutas a pie.

El Plan de Sostenibilidad Turística tiene una hoja de ruta enmarcada en la necesidad, no sólo de poner en valor el patrimonio de la zona norte litoral, barrios de Cueto, Monte y San Román, sino especialmente de apostar por un turismo sostenible y responsable, que facilite la descentralización del uso turístico del destino Santander, hacia zonas naturales, de alto valor ecológico y paisajístico, facilitando además la desestacionalización, ya que muchas de estas actividades ajustarán su calendario para poder participar en ellas, en otros momentos del año, más allá de la temporada alta.