La plataforma Salvar la Magdalena inició una campaña en 2018 para detener el avance de las escolleras, que amenazan desde entonces la integridad natural de la Playa de la Magdalena. Con el cambio del Gobierno de España se logró detener, gracias a la presión de la ciudadanía, el avance de las obras del segundo espigón y el compromiso de retirada del primero, cuyo expediente de ejecución sigue su curso. La Plataforma se va a volver a movilizar ante los intentos de la alcaldesa Gema Igual de retomar las obras y completar el segundo espigón y que busca defender unos intereses que poco tienen que ver con el interés general de los vecinos de Santander.

La plataforma defiende que Santander es la única ciudad del norte de España que dispone de dos playas en plena zona urbana como son La Magdalena y Peligros, con un alto grado de naturalidad y orientadas al sur. Otras playas del norte trasladan arena anualmente de una punta a otra para mantener su aspecto, La Magdalena y Peligros merecen, con mayor motivo, un tratamiento similar, para preservar la alta calidad de su singular paisaje.

El coste anual de distribución de arena de La Magdalena-Peligros es de unos 50.000€. Este gasto es fácilmente asumible, cuando el presupuesto municipal para el mantenimiento de playas es de 1 millón de euros, el de parques y jardines de 11 millones, y el coste de las innecesarias escolleras es de más de 2 millones.

La Plataforma defiende el derecho a seguir disfrutando de la naturaleza y belleza de las playas de La Magdalena y Peligros y del excepcional y emblemático paisaje de nuestra bahía como siempre hemos hecho.