Llegan a Cantabria los 9 niños y niñas saharauis del programa Vacaciones en Paz que no pudieron hacerlo el pasado 15 de julio
El pasado 15 de julio, Cantabria por el Sáhara esperaba la llegada al aeropuerto de Asturias de 50 menores saharauis procedentes de Tinduf (Argelia) para participar en el programa Vacaciones en Paz. Sin embargo, nueve de ellos no pudieron hacerlo por problemas en la gestión de su visado en el consulado de España en Argel.
Resuelto el problema de los visados, los menores fueron trasladados a Argel donde el pasado 24 de julio debían haber tomado un vuelo de Iberia con destino Madrid. Pero de nuevo su llegada a Cantabria se vio frustrada, en esta ocasión porque, a pesar de contar con los billetes y la correspondiente tarjeta de embarque, Iberia no dio por válido como documento de identificación de los menores el pasaporte colectivo emitido por la administración argelina visado por el consulado español, documento con el que siempre se desplazan los menores participantes en el programa Vacaciones en Paz.
Afortunadamente, después de intensas gestiones por responsables de Cantabria por el Sáhara y del Ministerio de Juventud de la RASD y de muchos momentos de tensión y preocupación tanto por parte de las familias biológicas en los campamentos de Tinduf como de las familias acogedoras que les esperaban en Cantabria, los menores ya se encuentran pasando sus primeras horas en nuestra comunidad. Para todos ellos han sido momentos difíciles pues tanto para familias como menores era su primera participación en el programa.
El programa, coordinado por el Ministerio de Juventud de la RASD, las Delegaciones territoriales del Frente Polisario y las organizaciones de solidaridad con el pueblo saharaui, ha hecho posible que más de 2.800 menores se desplacen a España para pasar el verano alejados de las durísimas condiciones que soportan en la hamada de Tinduf y poner en evidencia, una vez más, la situación de ocupación y exilio que padece su pueblo. A Cantabria han llegado 63 de estos menores, 48 a través de Cantabria por el Sáhara y 15 por medio Alouda Cantabria.
De los 48 menores acogidos por Cantabria por el Sáhara, 16 con distintos grados de discapacidad, se encuentran pasando el verano en el albergue municipal de Boo de Piélagos, cedido por el ayuntamiento, donde Cantabria por el Sáhara tiene dispuesto un operativo de profesionales voluntarios y personal de apoyo para prestarles la atención que necesitan.
El programa cuenta con financiación de la Dirección General de Cooperación del Gobierno de Cantabria, de la Fundación Cantabria Coopera, de la Concejalía de Cooperación del Ayuntamiento de Santander y del Ayuntamiento de Piélagos, que además de ceder el albergue municipal, se hace cargo del catering de los menores y sus acompañantes. El Servicio Cántabro de Salud se viene haciendo cargo de las revisiones médicas y los posibles tratamientos que precisen recibir los menores. Pero, por supuesto, el programa no sería posible sin la participación de las familias acogedoras, de las personas voluntarias y un sinfín de colaboraciones públicas y privadas.
Cantabria por el Sáhara recuerda a los responsables políticos y a la ciudadanía en general que estos niños y niñas llegan desde un campo de personas refugiadas ubicado en la hamada argelina, una de las zonas más inhóspitas del desierto del Sáhara. Una situación de refugio provocada por el abandono de España y la entrega del territorio a Marruecos y Mauritania en los acuerdos tripartitos de Madrid del 14 de noviembre de 1975 y la no asunción de sus responsabilidades éticas y jurídicas por parte de los distintos gobiernos de España que se han ido sucediendo hasta la actualidad.
Cantabria por el Sáhara y Alouda Cantabria denunciaron esta situación en las recepciones ofrecidas a los menores y sus familias de acogida por el Parlamento de Cantabria y el Ayuntamiento de Santander y en la concentración que tuvo lugar el pasado 20 de julio, donde pusieron de manifiesto que el pueblo saharaui está en guerra y a la espera de una solución acorde con la legalidad internacional que les permita volver a su país, el Sáhara
Occidental, en paz y en libertad.