«Desde la pandemia, ya no voy a Loredo en verano, por la cantidad de gente»
Odile Rodríguez de la Fuente es bióloga. Una persona comprometida con el cuidado de la naturaleza. No en vano, tuvo un gran mentor en su padre, Félix Rodríguez de la Fuente, el conocido divulgador que trabajó en TVE haciendo el programa ‘El hombre y la tierra’, que fue el producto televisivo que le hizo más famoso, aunque ya había hecho otros muchos antes.
El haber tenido tanta relación con Cantabria contribuye a que el monumento dedicado a Félix en La Magdalena sea uno a los que más cariño le tiene Odile, como cuenta en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.
En la conversación, recuerda que, por cuestión familiar, ha venido a Cantabria muy habitualmente, y que era procedimiento común que su hermana y ella alquilasen algo por Ribamontán al Mar, el municipio donde ahora una inmobiliaria plantea la construcción de ese macrocomplejo.
Le gusta recordar el Loredo o el Langre que conoció desde niña. Porque entonces «era una zona absolutamente salvaje», y que además pervivió mucho tiempo de la misma manera. Odile cree que ese pedazo precioso de Cantabria se mantuvo «muy fiel a sí mismo».
Sin embargo, ha visto un cambio en los últimos tiempos. Piensa que desde la pandemia se ha incrementado mucho el volumen de visitantes que se acercan hasta aquí. Le ha pasado que ha llegado con tráfico a Langre, y eso le hace estar muy preocupada. De hecho, tras la pandemia, no ha vuelto en verano, aunque sí piensa volver a este año.
El hecho de que haya surgido esta posibilidad turística le hace asustarse todavía más. Por eso apoya la manifestación del próximo sábado, a las 12 del mediodía, convocada por Cantabristas, y que irá desde la playa de Loredo hasta el Mirador de Los Tranquilos.
Ese proyecto se ha llegado a denominar como ‘la Ibiza del norte’, algo que hace pensar en un modelo de auténtica masificación. La propia Odile dice que Ibiza sigue conservando zonas que están bien, pero hay que otras que le resultan «deprimentes».
Esta bióloga cree que los poderes públicos deberían exigirse cumplir con su función de ordenar las cosas, como el uso del suelo y la afluencia de personas a un determinado lugar. Le parece bien que haya turistas, pero no que haya una auténtica invasión. Mejor que construir nuevas edificaciones, restaurar las ya existentes y que necesiten de una reparación. Y, una vez restauradas, pueden servir también como alojamientos rurales.
Sin embargo, Odile lamenta que España sea un país de poca planificación y muy dado a las «burbujas especulativas», como la célebre del ladrillo que acabó desatando un desastre cuando llegó la crisis financiera de 2008.
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