Cantabria es una región rica en fuentes de aguas minero-medicinales, muchas de ellas asociadas a antiguos complejos termales que marcaron la vida social y económica de sus localidades. Algunos, aún en funcionamiento, mantienen viva la tradición balnearia; otros, como el de La Fuente del Francés en Hoznayo, sobreviven en la memoria colectiva, cubiertos por la vegetación y el paso del tiempo. Este viernes, 9 de mayo, a las 19:30 horas, el bar y centro social La Central, en el barrio Padierne 40 de Navajeda, acogerá la presentación del libro que recupera la historia de este emblemático lugar.

La obra, titulada ‘El complejo termal de las Fuentes del Francés y las Aguas de Hoznayo’, es el nuevo trabajo de Carmen Ruiz Ruiz, escritora y poeta nacida en Hoznayo en 1968. Licenciada en Derecho por la Universidad de Cantabria, es integrante del colectivo literario Escritores de Trasmiera y forma parte del Consejo de Redacción de la revista cultural Pizarra. En la presentación estará acompañada por la historiadora Montserrat Cubría Piris.

El libro realiza un recorrido por la historia del complejo desde su fundación, en el último tercio del siglo XIX, hasta su cierre ya entrado el siglo XX. A través de documentación y material gráfico, Ruiz reconstruye las distintas etapas de la estación termal que combinaba arquitectura de diferentes estilos con un entorno natural privilegiado, ubicado junto al cauce del río Aguanaz.

La Fuente del Francés fue en su día un enclave estratégico no solo por su valor terapéutico, sino también por su papel como centro de encuentro de la burguesía y la aristocracia cántabra, que celebraban allí conciertos, veladas y otros eventos sociales. Junto con el balneario de Solares, el de Hoznayo destacó por la venta de sus aguas, que se comercializaron bajo la marca Aguas de Hoznayo. Incluso después del cese de la actividad termal tras la Guerra Civil, la distribución de esta agua de mesa continuó hasta los años ochenta del siglo XX, tanto en el mercado estatal como internacional.

Ruiz Ruiz aborda en su obra no solo el desarrollo físico del balneario, sino también su relevancia económica, cultural y política en la comarca, convirtiéndolo en un testimonio de las costumbres de toda una época. El volumen pone en valor un patrimonio que, aunque parcialmente perdido, forma parte de la identidad y la memoria colectiva de Cantabria.

La presentación del libro en Navajeda, promovida por La Central, espacio autogestionado que combina cafetería y centro cultural, pretende también fomentar el debate sobre el abandono del patrimonio histórico rural, un fenómeno que afecta a numerosas localidades de la región y que se vincula a problemas como la despoblación o la pérdida de servicios básicos.

Según datos del Instituto Cántabro de Estadística (ICANE), casi el 60% de los municipios cántabros han perdido población en la última década. Esta tendencia tiene un impacto directo en el mantenimiento y la preservación del patrimonio, que depende muchas veces del tejido social y del compromiso local.

La cita del viernes será también una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de recuperar y divulgar estas historias, con el objetivo de mantener viva la memoria de espacios que formaron parte del tejido vital de la región.

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