La lucha contra el ruido en Santander: cuando lo provocan hasta los museos
En Santander, son habituales las quejas vecinales por el ruido, fundamentalmente de la hostelería, en una tendencia en incremento a raíz de la pandemia, al acelerarse el procedo de turistificación y la instalación de terrazas.
La paradoja viene cuando lo que debía ser una instalación asociada a la tranquilidad y la serenidad también lo causa: el Museo de Arte de Santander (MAS), uno de los principales espacios culturales de la ciudad, se ha convertido en foco de malestar vecinal por el ruido constante que emite su sistema de climatización. La situación ha motivado una denuncia pública del portavoz del Grupo Municipal Socialista, Daniel Fernández, que exige al equipo de Gobierno del PP una inspección técnica urgente y medidas inmediatas.
Desde su reapertura en 2021, tras una rehabilitación integral, el MAS incorporó sistemas de conservación que, según Fernández, “no han sido instalados garantizando la convivencia con los vecinos del entorno”. En concreto, el problema afecta a residentes de la calle Rubio número 4, donde el sonido es perceptible día y noche.
El portavoz socialista, que ha visitado personalmente las viviendas afectadas, ha lamentado que, pese a las comunicaciones formales realizadas por la comunidad de vecinos, el Ayuntamiento no ha ofrecido “ni una sola respuesta oficial” ni ha enviado técnicos a comprobar la situación sobre el terreno.
Fernández ha denunciado que este caso refleja una forma de actuar habitual del equipo de Gobierno: “obras sin control, sin escucha y sin planificación de los impactos reales en la vida de las personas”. Y ha añadido que “el MAS debe ser un orgullo para la ciudad, no una fuente de molestias”.
Ante la inacción municipal, el Grupo Socialista presentará un ruego en el próximo Pleno para reclamar una serie de medidas, entre las que se incluyen:
- Una inspección técnica con participación vecinal.
- La creación de un espacio de diálogo entre las partes implicadas.
- La revisión del proyecto de rehabilitación para verificar el cumplimiento de la normativa urbanística y ambiental.
El derecho al descanso, un problema estructural
Según el Plan Nacional de Acción contra el Ruido 2021-2025, el ruido ambiental sigue siendo uno de los principales factores de deterioro de la calidad de vida urbana en España. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar los 55 decibelios en zonas residenciales por la noche, una cifra que puede superarse con facilidad si no se controlan instalaciones como los sistemas de climatización.
En Santander, se ha aprobado un plan contra el ruido, pero su concreción, como la posibilidad de establecer Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS), que al no haberse realizado ya, queda pospuesta a después del verano, el momento de más intensidad hostelera, al igual que una serie de regulaciones, especialmente en Santander, que acaban favoreciendo sectores.
La desregulación allana el camino al turismo intensivo este verano en Santander y Cantabria
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