
Marchar a Cabezón pensando en Palestina
En un mundo que se denomina como interconectado, a veces eso significa alzar la voz en muchos lugares a la vez por una misma causa. Mientras miles de activistas tratan de llegar a Rafah, la ciudad fronteriza entre Gaza y Egipto, en numerosos lugares se han producido marchas para solidarizarse con la más importante de todas, la que pretende denunciar un genocidio y el bloqueo de la ayuda humanitaria en esa región palestina.
Por lo que se lee en medios de comunicación y redes sociales, las autoridades egipcias no lo han puesto nada fácil. Han tratado de bloquear en todo momento a los marchantes para que no logren llegar hasta Rafah.
Nos ha llegado, además, un mensaje de hoy de Pilar Barrado y otra cooperante desde Egipto. Ambas son magistradas y forman parte de la asociación ‘Juristas por Palestina’. Barrado fue entrevistada por El Faradio junto a Ángeles Cabria, cuando ambas estaban a punto de embarcar en el Handala, uno de los barcos de la Flotilla de la Libertad Rumbo a Gaza, hace casi un año.
Esta vez, Barrado ha ido hasta Egipto para realizar esta marcha. «Desde el primer momento ya vimos que la situación era complicada. Cuando pusimos el pie en El Cairo se produjeron elevadas detenciones y deportaciones a España, tanto el 11 como el 12 de junio», comienzan su relato estas activistas. Las deportaciones incluyen a personas que tenían reservas en hoteles.
El punto de comienzo de la marcha era la ciudad egipcia de Ismailia, pero «las autoridades egipcias colapsaron todas las formas de llegar a este lugar y retuvieron a muchas personas, nos quitaron los pasaportes. Había tres checkpoints distintos. En el primero se quedó un grupo de gente, en el segundo otro grupo de gente y allí la única intención era que la marcha no saliera».
Sin embargo, las personas, provenientes de decenas de países, sí querían hacer la marcha. Después de que hubiese algunos enfrentamientos con la policía, los activistas acabaron llegando a la ciudad, pero Barrado cuenta que «había consigna a todos los hoteles de que no admitiesen que se quedara allí ningún extranjero, no podían hospedar a ningún extranjero y de manera que estuvimos en un montón de hoteles y no teníamos dónde quedarnos».
Se fueron a un restaurante a cenar, pero «llegó la policía, nos pidió los pasaportes, nos negamos a darle los pasaportes, simplemente se los mostrábamos para indicarles que estábamos en situación legal en Egipto y dijeron que les teníamos que acompañar, que nos llevaban al hotel ellos. Llegamos al consulado y ellos le dijeron al consulado que nos iban a llevar al hotel. En vez de llevarnos al hotel en un taxi nos llevaron a la comisaría y en la comisaría nos pusieron en manos de un particular que nos llevó de este lugar hasta El Cairo, parando muchas veces en la autopista, pidiendo dinero, poniéndose violento porque quería que le pagáramos» para restituir los pasaportes a los pasajeros que sí los habían dado.
Por la noche, Barrado dice que «muchas personas han sido desalojadas de los hoteles y los han detenido y los han devuelto. Y hoy nos han comentado compañeros que en algunos hoteles les han dicho en recepción, esto ya en el Cairo, que tienen que reportar dónde van. Así que no sabemos cómo irán evolucionando las siguientes horas».
Esta es la situación que narran personas cooperantes que pretenden llegar hasta la frontera por Egipto y no por Israel. Quieren llegar por tierra. Por mar trata de llegar la Flotilla de la Libertad, pero fueron detenidos por Israel aún en aguas internacionales. La propia Ángeles Cabria y Lucía Mazarrasa, activistas que han participado en esta Flotilla en diferentes momentos, nos contaban su experiencia hace sólo unos días.
Son muchos los lugares donde se han organizado marchas para solidarizarse. Una de ellas ha juntado a centenares de personas que han ido desde Torrelavega hasta Cabezón de la Sal, en una iniciativa de Cabezón por Gaza, que sigue organizando concentraciones todas las semanas, además de otras movilizaciones durante este más de año y medio desde que se desató la respuesta de Israel al ataque de Hamas y que ha sumido a Gaza en un estado de destrucción total, ya de infraestructuras, casas y personas.
Todas estas marchas pretenden que finalice la violencia, que haya un alto el fuego y que se desbloquee la Franja de Gaza para que pueda entrar toda la ayuda humanitaria necesaria para atender a la población civil gazatí. Son muchos los camiones varados esperando a que se abra la frontera para poder surtir alimentos y otros productos de primera necesidad.
En la marcha de hoy se han ido realizando paradas en Puente San Miguel, Quijas, Barcenaciones, Casar de Periedo y Virgen de la Peña, hasta alcanzar Cabezón de la Sal.
Alrededor de las 14.30 horas, la columna de personas fue recibida por vecinos de la Cabezón y activistas de otros sitios que con consignas de «¡Viva Palestina Libre! y Desde el rio hasta el mar ¡Palestina vencerá!» llegaron al Parque Conde San Diego en Cabezón de la Sal, no sin antes pasar para apreciar de cerca un mural de denuncia del genocidio en curso en Palestina, realizado a lo largo de la mañana por el artista Enrique Cintrano (Kool) junto a otros jóvenes colaboradores.
En el acto final, dos compañeras de Cabezón por Gaza, hicieron lectura de un comunicado en el que denunciaron la indiferencia de los gobiernos ante los crímenes de guerra cometidos por Israel en Gaza, la vulneración del derecho internacional y de los derechos humanos más básicos. También han hecho un llamamiento a la responsabilidad de la sociedad civil para presionar y conseguir el cese de la dinámica de violencia y apartheid colonial que se viene prolongando desde hace decenios sobre el pueblo palestino.
Inmediatamente después ha tenido lugar un recital poético en solidaridad con el pueblo palestino con la participación de Raquel Serdio, Pilar Salamanca y José Elizondo; y para cerrar, algunas de las personas asistentes interpretaron un baile tradicional palestino e interpretaron una canción que hermanaba a los pueblos cántabro y palestino.
Con esta acción, las más de 800 personas de toda Cantabria, han alzado su voz y se han unido a la fuerza civil internacional que exige el paso de ayuda alimentaria y sanitaria a Gaza y el fin del genocidio y la ocupación ilegítima. Han denunciado, caminando juntos, la atrocidad que vive día a día el pueblo palestino y se une a las múltiples muestras de apoyo a la lucha del pueblo palestino, que las organizaciones sociales en Cantabria han estado realizando en los últimos meses.
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