«La lucha obrera de Reinosa en 1987 fue un ejemplo para toda España y hay que dignificarla»

Richard Zubelzu ha presentado ya en Madrid, Majadahonda y Santander su documental sobre la reconversión industrial y los desgraciados incidentes ocurridos en Reinosa en 1987. Conversamos con él y también con Ángel Colina, que aparece en el documental y que es autor de la foto más icónica que se realizó en aquel episodio
Tiempo de lectura: 7 min

La presentación del documental está siendo todo un éxito de público. En Santander, se puede ver en los Cines Embajadores hasta el próximo jueves, 18 de septiembre. El estreno en Reinosa tendrá que esperar hasta comienzos de octubre. Los días 2, 3 y 4 de ese mes se podrá ver en la capital de Campoo, donde sucedieron los hechos de 1987 que se relatan en la cinta.

Zubelzu destaca todo lo que ha costado sacar adelante este proyecto, con casi nada de ayuda institucional, pero dando voz a muchas personas que estuvieron allí y que rompen el silencio sobre unos incidentes que marcaron la ciudad, pero que han permanecido soterrados durante estas décadas. Hasta el punto de que no hay muchos jóvenes de la comarca que sepan lo que de verdad pasó allí.

Esa falta de apoyo ha provocado que Objetivo Family Films, con Richard Zubelzu y Magda Calabrese al frente, haya tardado tres años en completar el trabajo. Pero Zubelzu, reinosano de nacimiento, ya se ha podido sacar «la espinita clavada de contar esta historia», como dice en una entrevista concedida a EL FARADIO.

Recuerda el cineasta que él tenía nueve años cuando se produjeron los disturbios, en los que perdió la vida Gonzalo Ruiz, y que lo que veía por la ventana le parecía «una guerra, algo que me parecía muy bestial y muy fuerte». Cree que este era un buen momento para poder hacer este documental, porque le ha pillado en un momento profesionalmente más maduro y eso le ha llevado a no cometer errores que sí piensa que ha podido cometer en otros trabajos anteriores.

Aunque los sucesos de Reinosa de 1987 son la parte central del documental, es importante destacar que hay contexto en la cinta. El comienzo trata de reflejar lo que sucedía en Reinosa y en toda España en los años 80. Un país que acababa de pasar por la transición, que tenía un Gobierno con mayoría absoluta del PSOE que tenía la misión de modernizar un país y que tenía que acometer una reconversión industrial respecto a otros países del club en el que España acababa de ingresar: la Comunidad Económica Europea. Sin embargo, el proceso, en Campoo, desembocó más en desindustrialización que en reconversión.

Zubelzu abre el debate sobre el precio de la reconversión industrial

A la hora de recabar documentación para poder elaborar este proyecto (85 minutos de documental), lo que Zubelzu ha comprobado es que los medios de comunicación ya practicaban la manipulación. No es un fenómeno actual. «Me parece muy fuerte cómo se trataron ciertos temas en esa época solamente porque eran medios vinculados al Gobierno de turno y después por el tema de que igual fue un castigo, el que se penalizó esa lucha obrera en Reinosa y el polígono industrial acabó siendo el suelo más caro de España». La sensación que tuvieron muchos ciudadanos de Campoo en aquella situación. Ante la pérdida de centenares de empleos, hubo una reacción y la respuesta fue un castigo.

Reinosa llegó a tener más de 13.000 habitantes. Hoy ya no llega a 9.000, y la recuperación de la industria sigue entre los deberes por hacer. Mientras, el turismo se fortalece, pero se queda cada vez más solo como opción para que una comarca como esta, alejada de los principales focos de población de la Comunidad Autónoma, resista sin terminar de hundirse. «El turismo es muy importante y tiene que ser una pata, pero no la única pata», refleja el director del documental. Estima que sigue habiendo materia prima para que Cantabria remonte en el aspecto industrial, pero es necesario que «las instituciones muevan ficha». Porque el problema no es sólo de Reinosa y Campoo, sino de otros polos industriales como Torrelavega o Los Corrales de Buelna.

Para eso cree vital que la unión entre la ciudadanía se fortalezca. Entre compañeros de trabajo, pero también entre vecinos. Como sucedió en 1987. Sin embargo, afirma que «nos hemos vuelto muy individualistas también», algo que se palpó, a nivel general, durante la pandemia. «Esa lucha obrera fue un ejemplo para España y hay que dignificar esa lucha obrera y ponerla en valor, sobre todo la parte positiva. Es que siempre nos vamos a las cosas negativas», resume.

Ahora está viendo un éxito que no esperaba, y le queda ver la reacción a este documental en su tierra natal, dentro de tres semanas.

«Para que te acompañe la suerte tienes que estar en el sitio»

Ángel Colina es una de las muchas personas que aparece en el documental de Richard Zubelzu. Uno de los documentos imprescindibles de lo sucedido en Reinosa es una fotografía suya, con varios guardias civiles acorralados por los manifestantes.

Relata, en una entrevista concedida a EL FARADIO, que ya se estaba marchando, pero oyó que había gritos y disparos y le dijeron que había guardias civiles cercados en un callejón y se acercó a ver la escena. Y a retratarla. «Hay que estar en el sitio pero te tiene que acompañar la suerte, pero para que te acompañe la suerte tienes que estar en el sitio, si no estás es difícil que te acompañe», resume.

La fotografía le dio tirón, «un tirón que luego hay que aprovechar evidentemente y demostrar que no fue una simple casualidad». Zubelzu tuvo claro que quería contar con él para tener su punto de vista y enriquecer el documental. Colina ha quedado «sorprendido» con la cinta por lo difícil que era de hacer, le ha parecido muy buena y lo ha visto reflejado en el público del cine. Cree que un documental tan largo es difícil para quien asiste a la sala a verlo, pero «la gente es que ni respiraba», señal de que se encontraba con un relato completo de algo que está en mente de muchos, pero que ha pasado por las décadas con mayor silencio del normal.

Colina se llevó el Premio Ortega y Gasset en 1988 por la fotografía del año anterior en Reinosa. Sin embargo, en Cantabria dice no haber recibido reconocimiento nunca. No de las instituciones, desde luego. «El único que ha reconocido mi trabajo en Cantabria y que conmigo siempre se ha portado muy bien es Pablo Hojas», el fotógrafo fallecido hace ya tres años y que era amigo de Colina.

Para este fotoperiodista, los hechos de Reinosa en 1987 son un reflejo de cómo funciona la política, y también la justicia, en lugares pequeños. En grandes urbes puede haber ciertas presiones, pero en lugares menos poblados las decisiones que se toman en un despacho o en un juzgado pueden afectar a familiares más o menos lejanos y a amigos. Así resulta más complicado comportarse con honestidad y rigor.

Colina bromea al hablar sobre su foto y aquella situación porque, si han pasado 38 años, significa que ya es muy mayor. Lo que su experiencia personal dice es que hay cosas que han cambiado a mucha velocidad. Desde la propia Guardia Civil, hoy más profesionalizada, hasta los sindicatos, menos beligerantes que hace unas décadas.

Pero se refiere también al periodismo y al fotoperiodismo. Hoy en día «hay una información y llegan las fotos de los ciudadanos antes que la del fotoperiodista», ejemplifica. Y en temas peliagudos, como puede ser el conflicto armado en Ucrania, «los periodistas es muy raro que vayan a la zona del frente o que veas imágenes de combates que no sean grabadas por los mismos combatientes». Es decir, las fuentes oficiales son quienes generan contenido y lo ponen a disposición de los informadores, sin dejar que ellos observen de manera directa lo que sucede.

Por ese tipo de cosas, o por ver cómo son los líderes internacionales que ahora están al frente de las decisiones más trascendentales, reconoce que se siente «bastante pesimista en cuanto al mundo en el que vivimos». Ahora es abuelo y le preocupa el mundo que le vaya a quedar a sus nietos. De ahí que recuerde y ensalce el valor de la ciudadanía reinosana en 1987, subrayando especialmente a las mujeres y su coraje en esa situación. «Las mujeres, a la hora de la verdad, son muy fuertes».

  • Este espacio es para opinar sobre las noticias y artículos de El Faradio, para comentar, enriquecer y aportar claves para su análisis.
  • No es un espacio para el insulto y la confrontación.
  • El espacio y el tiempo de nuestros lectores son limitados. Respetáis a todos si tratáis de ser concisos y directos.
  • No es el lugar desde donde difundir publicidad ni noticias. Si tienes una historia o rumor que quieras que contrastemos, contacta con el autor de las informaciones por Twitter o envíanos un correo a info@emmedios.com, y nosotros lo verificaremos para poder publicarlo.