La Comunidad de Propietarios de la calle Andrés del Río 7, en Santander, ha remitido un escrito a la Concejalía de Innovación, Comercio, Mercados y Relaciones Internacionales del Ayuntamiento para solicitar la suspensión inmediata de la concesión al establecimiento McDonald’s proyectado en el Mercado de Puertochico, en la parte hostelera sujeta a concesión tras la reforma que sucedió a años de deterioro.

En el documento, los residentes muestran su “profunda preocupación” ante una apertura que, a su juicio, vulnera la normativa vigente y desvirtúa el modelo original del espacio, concebido como un mercado que integrase la actividad tradicional y la gastronomía local.

Supuestos incumplimientos normativos

Según expone la comunidad vecinal, el proyecto actual prevé un local con 475 metros cuadrados construidos, cuando la Ordenanza de Mercados del Ayuntamiento de Santander establece un máximo de 84 metros cuadrados por puesto. Tampoco se justificaría el cumplimiento del requisito de dedicar al menos un 35% del espacio al comercio minorista alimentario, otra exigencia normativa.

Además, consideran que el establecimiento de una franquicia multinacional contradice la identidad del mercado, definida en su planteamiento inicial como un homenaje a la historia comercial de Santander y, en particular, a la tradicional “plazuca del pescado”.

Riesgos técnicos y medioambientales

El escrito también apunta a deficiencias en materia de seguridad, como la existencia de solo dos salidas de emergencia eficaces, lo que incumpliría tanto el Código Técnico de la Edificación como la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

Los vecinos denuncian, asimismo, la ausencia de una memoria acústica, obligatoria según la Ley 37/2003 del Ruido y la ordenanza municipal en la materia. Este documento permitiría evaluar el impacto sonoro de una actividad prevista con un horario de 6:00 a 2:00 horas, una franja que consideran “excesiva” para un entorno residencial.

También se señala el incumplimiento de las condiciones para la evacuación de humos, con extractores ubicados próximos a dormitorios de viviendas, lo que podría afectar al descanso y la salud. Las instalaciones de climatización, extracción y aire acondicionado, necesarias para un local de estas características, se ubicarían, previsiblemente, en fachadas o cubiertas colindantes, generando ruidos, vibraciones y olores.

En este sentido, hacen referencia a la Ley 34/2007 de calidad del aire y protección de la atmósfera, así como a la ordenanza local de ruidos, como marcos normativos que también se estarían vulnerando.

Petición de diálogo y advertencia de movilización

Por todo ello, la comunidad ha solicitado tres medidas concretas: la suspensión de la concesión de obra, la revisión integral del proyecto de remodelación del mercado, y la celebración de una reunión presencial con la concejalía implicada para abordar directamente sus demandas.

En el texto se insiste en que el Ayuntamiento debe ejercer su papel como garante del interés general, y preservar tanto el cumplimiento normativo como la convivencia vecinal.

Finalmente, advierten que, de no recibir respuesta institucional, se verán “obligados a promover acciones públicas de protesta” para visibilizar lo que califican como una “barbarie vecinal”.

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