El malestar de las ciudades salta a la agenda política y vecinal de Santander
La lucha contra la pérdida de la condición de ciudad amable por parte de Santander, en vuelta en un acelerado proceso de turistificación y encaje en un modelo urbocapitalista, centra desde hace tiempo buena parte de la agenda vecinal y política. El malestar de las ciudades, diagnosticado por el ensayista Jorge Dioni en su anterior trabajo –y ya venía de reflejar ‘La España de las piscinas’ se traduce en la lucha contra la pérdida de espacios públicos, las dificultades para conseguir vivienda o algo tan sencillo como una ciudad sin ruidos. Un malestar que llega incluso a zonas tan históricamente bien tratadas en la ciudad como El Sardinero.
“Al poner la ciudad en el mercado hay muchas personas que pueden sacar partido”
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El Grupo Municipal Socialista ha denunciado que el Ayuntamiento de Santander, gobernado por el Partido Popular, ha autorizado que la franquicia McDonald’s se instale no solo en el interior del Mercado de Puertochico, sino también en parte de su plaza exterior, hasta ahora de acceso libre y uso vecinal.
El portavoz socialista, Daniel Fernández, ha criticado que “se regale un espacio reformado con fondos públicos a una multinacional”, en perjuicio del comercio local, del barrio y de la calidad urbana. La instalación prevé una terraza cubierta y elevada que invadirá parte del espacio común.
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También se ha detectado la presencia de un sombrerete para instalaciones y extracción de humos no incluido en los planos oficiales, lo que genera dudas sobre la transparencia del expediente urbanístico. Fernández ha recordado que la reforma del mercado tenía como objetivo revitalizar el comercio de cercanía y convertirse en un escaparate de la gastronomía local, no en una concesión a una marca global.
Titular: Piña denuncia que la nueva tasa de basuras penaliza a las familias y beneficia a los pisos vacíos
El portavoz del PRC en el Ayuntamiento de Santander, Felipe Piña, ha criticado con dureza el modelo elegido por el equipo de Gobierno para aplicar la nueva tasa de residuos, al considerar que penaliza a las familias mientras beneficia a los propietarios de viviendas vacías. Según ha detallado, una familia de cuatro miembros pagará en torno a 151 euros anuales, frente a los 114 euros que abonará el dueño de un piso vacío, que “probablemente esté alquilado de forma irregular en diferentes épocas del año”. A juicio de Piña, este sistema es “totalmente injusto” y ha anunciado que su grupo presentará alegaciones, recordando que el informe técnico encargado a la Universidad de Cantabria planteaba alternativas más equitativas, como tener en cuenta el valor catastral, el consumo de agua, la ubicación o la renta.
El regionalista ha acusado al equipo de Gema Igual de volver a “castigar a los santanderinos” optando por “lo fácil”, y ha recordado que el Ayuntamiento ya ha incrementado en el último año otras tasas como el agua, los parkings y el servicio de grúa. “Las familias son las que generan riqueza, crean entornos sociales favorables y dan vida a la ciudad”, ha reivindicado Piña, lamentando que la nueva tasa suponga, en la práctica, una desincentivación del uso residencial frente a la especulación inmobiliaria.
Vivienda: más pisos vacíos que soluciones habitacionales
En paralelo, Izquierda Unida ha registrado una moción para su debate en el pleno municipal que reclama un diagnóstico riguroso sobre la situación de la vivienda en Santander. Entre las medidas propuestas están la elaboración de un mapa actualizado de viviendas deshabitadas, un registro permanente de demandantes de vivienda pública y un estudio sobre el impacto de las Viviendas de Uso Turístico (VUT) en el acceso al alquiler.
La formación recuerda que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en Santander hay 7.731 viviendas vacías, aunque la Sociedad Vivienda y Suelo (SVS) rebajó en 2022 esa cifra a 2.457. En cualquier caso, ambas cifras contrastan con las dificultades de acceso a la vivienda que enfrentan jóvenes, familias con rentas medias o bajas y personas en situación de vulnerabilidad. El edil de IU, Keruin Martínez, ha criticado que se pongan en marcha medidas como un buzón para denunciar ocupaciones sin un diagnóstico serio del parque inmobiliario –además, recurriendo a la delación de los propios vecinos-
La formación también insiste en que la SVS debe utilizar su capacidad de retener parte de las viviendas construidas con iniciativa pública para destinarlas al alquiler asequible, como vía para constituir un parque público estable que responda a la demanda real.
Ruido: el derecho al silencio y la salud en el centro del debate vecinal
A estas preocupaciones se suma el creciente malestar vecinal por el impacto del ruido del ocio nocturno en las zonas residenciales. La Asociación de Vecinos Pombo-Cañadío-Ensanche ha organizado una charla titulada ‘Silencio, por favor. Defensa legal frente al ruido’, que impartirá la jurista Yomara García Viera, presidenta de la Asociación Nacional de Juristas contra el Ruido, el jueves 8 de mayo en el Espacio Ricardo Lorenzo del Colegio de Arquitectos.
La conferencia abordará las herramientas legales para protegerse frente a la contaminación acústica y cómo esta vulnera derechos fundamentales como la salud o el descanso. Según se expondrá en el acto, existe normativa para limitar el ruido generado por terrazas, festivales, conciertos o fiestas populares, pero su aplicación es desigual. Se tratarán experiencias de otras ciudades, vías de actuación judicial, y se fomentará el intercambio de buenas prácticas.
La jurista canaria ha impartido formación sobre esta materia a policías locales, personal técnico y miembros de la carrera judicial, y defiende que la contaminación acústica debe tratarse como un problema de salud pública y de garantía de derechos.
Vecinos del Sardinero denuncian la degradación del barrio y anuncian la creación de una asociación vecinal
Un grupo de vecinos del Sardinero ha alzado la voz ante lo que consideran una grave pérdida del carácter histórico y señorial del barrio, fruto de decisiones urbanísticas que han desfigurado espacios emblemáticos como la Plaza de Italia, el entorno del Casino o el paseo marítimo. Critican la proliferación de franquicias, el deterioro del patrimonio arquitectónico y la falta de una planificación estética coherente. El antiguo esplendor del Sardinero, aseguran, ha dado paso a un entorno impersonal y deteriorado, alejado de la identidad que lo convirtió en símbolo de Santander.
Entre las principales quejas vecinales se encuentran la inutilidad del tanque de tormentas, que no evita las recurrentes inundaciones, el abandono del edificio del Rema —ahora una ruina—, la desfiguración de la balaustrada original del paseo y la infrautilización del Auditorium. También alertan sobre la falta de homogeneidad en las terrazas, la dejadez en el mobiliario urbano, la ausencia de iluminación navideña pese al elevado IBI, y la proliferación de ratas. Asimismo, denuncian obras mal ejecutadas en calles como Ramón y Cajal, Duque Santo Mauro y Luis Martínez, con zonas verdes convertidas en barrizales.
El malestar se ha agravado tras lo que califican como una “promesa incumplida” por parte de la alcaldesa Gema Igual, quien habría asegurado que buscaría una nueva ubicación para las ferias de la Semana Grande, pero ha decidido mantenerlas en la actual, con el consiguiente impacto para los residentes. Por todo ello, los vecinos anuncian la creación de una asociación vecinal para defender sus intereses y hacen un llamamiento a sumarse a la iniciativa escribiendo al correo: asociacionvecinoselsardinero@gmail.com.
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