La Intersindical Cántabra aprovecha el día contra el cáncer de mama para exigir la defensa de los servicios públicos al Gobierno
La Intersindical Cántabra ha querido reflejar, con motivo del Día Internacional Contra el Cáncer de Mama, la indignación con la que han llegado este año a esta fecha tan señalada. «Rabia e indignación», dicen en un comunicado, pero también solidaridad con las mujeres «engañadas y abandonadas por un Gobierno que nos miente, que precariza los servicios públicos y desvía los fondos que debieran mejorarlos a las negocios sanitarios privados».
Para centrar el asunto en la Comunidad, dice la Intersindical que los problemas con estos cribados no afectan únicamente a Andalucía o la Comunidad Valenciana, sino que estamos en un momento en que la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria ha reconocido retrasos en casi 4.000 casos de mamografías con resultados no concluyentes. El hecho ha sido denunciado estos días ante la Fiscalía para que se inicie una investigación.
El cáncer de mama es la patología oncológica más frecuente entre las mujeres, siendo esencial un diagnóstico precoz para su tratamiento. La detección primaria es la herramienta clave, no sólo para preservar la salud de las pacientes, sino también para evitar tratamientos más costosos e invasivos.
Sin embargo, la Intersindical denuncia que se cierran consultorios por todo el territorio, dejan de cubrirse bajas y vacaciones, o se privatizan servicios que no aseguran ni la atención al paciente ni las condiciones laborales. «Desde que ‘externalizaron’ el servicio de ambulancias en Cantabria, no dejan de crecer las quejas y el malestar tanto entre pacientes como trabajadores. Al mismo tiempo que se va desmantelando nuestro sistema público de salud, el Gobierno autonómico firma un contrato millonario de 216 millones para un hospital religioso, con absoluta falta de transparencia», dicen en su manifiesto.
La salud y la sanidad, en opinión de la organización, no pueden convertirse en productos de consumo sujetos a la oferta y la demanda. Y señalan que donde la privatización ha avanzado, «es habitual el drama de ver personas abandonadas por seguros privados cuando dejas de ser una paciente rentable». Por eso remarcan que todas las pacientes tienen derecho a una sanidad pública, gratuita, universal y de calidad. «Sin una financiación adecuada y suficiente del Servicio Cántabro de Salud, no será posible una sanidad de estas características», sostienen.
Este pasado 19 de octubre ha llegado con la indignación porque se ha plasmado, según la Intersindical, «el resultado indeseable de años de recortes y privatizaciones, vemos que la defensa de los servicios públicos es una necesidad urgente». Por eso exigen al Gobierno de María José Sánez de Buruaga el respeto a derechos fundamentales como son la salud y el trabajo digno. Piden respeto para las pacientes y sus familias, sin engaños ni desinformación ni ninguneo; respeto también para las trabajadoras sanitarias, que deben tener condiciones laborales dignas; y respeto para la población, garantizando la financiación de los servicios públicos, sin recortes ni desvío de fondos públicos a empresas privadas, concluyen.