La Comisión vecinal responde a Gema Igual: “Defender el Mercado de Puertochico es cuestión de atender la voluntad vecinal”
La comisión vecinal en Defensa del Mercado de Puertochico se ha mostrado tajante en que el Mercado de Puertochico debería mantener su esencia, que cobijando el comercio local y no un McDonald’s, con los problemas de convivencia asociados al horario intempestivo que tendría de apertura, de 6 de la mañana a 2 de la madrugada: incompatibles con el un Mercado Municipal.
“Se trata simplemente de voluntad política, y el equipo de gobierno es responsable de la normativa que rige los Mercados Municipales (como es caso del de Puertochico) y de los contratos de las empresas a quienes adjudica su gestión”. Así lo ha subrayado Oscar Gutiérrez, uno de los portavoces de la comisión, quien ha recordado a la alcaldesa de Santander, Gema Igual, que debe decidir si “ceder un mercado, la ocupación de una plaza pública y un parque infantil a una multinacional, o dar continuidad al Mercado Municipal de comercio local que ha habido históricamente y que se había prometido para la reapertura”
Por ese motivo, dirige la responsabilidad a la Alcaldía de haber dejado caer el mercado en un deterioro fatal (misma vía que lleva la plaza y parque donde se instalaría el McDonald’s), y que la dilatación del proceso de rehabilitación destruyó la mayoría de los comercios, “que no soportaron los 3 años que han durado las obras de rehabilitación cuando se adjudicó por un año”. “La alcaldesa pudo haber tomado acciones, como han hecho en San Sebastián, contra Baika, la empresa gestora del mercado y de su rehabilitación, aún inacabada 4 años después”.
Los vecinos han insistido en que la alcaldesa tiene capacidad de suspender cautelarmente la adjudicación de este contrato y blindar el Mercado de Puertochico de la entrada de la multinacional de comida rápida “cuya instalación ya es contraria a la ordenanza municipal”. Otro de los portavoces, Miro Fernández, ha criticado que la alcaldesa lo ridiculice como una “cuestión de gustos”, cuando “se trata del modelo de Mercado Municipal que queremos en Puertochico”.
Ante el intento intimidatorio para que retirasen la pancarta la Comisión, que sucedió en el día de ayer, Gutiérrez considera que “es puro cinismo que Gema Igual diga coincidir con nuestra reivindicación a los medios de comunicación, mientras enviaba a la Policía Local a retirarnos el cartel retorciendo la ordenanza municipal y atacando nuestra libertad de expresión”.
Miro F. ha insistido en que “sería mejor que todas las fuerzas que pone la alcaldesa en acallar e intimidar a este movimiento vecinal las dedicase a frenar la instalación del McDonald’s”, y ha recordado que la reivindicación y la instalación de la pancarta está refrendada en junta vecinal por unanimidad.
Óscar G. argumenta, además, que es un ataque contra la libertad de expresión y que cuentan con el amparo del Tribunal Constitucional en este tipo de acciones, por lo que considera que es “otro tic autoritario más de la alcaldesa después del anterior episodio en el que dijo que iba a «callar las bocas» de los vecinos que protestaban para proteger Mataleñas de la instalación de un aparcamiento de autocaravanas”.
Igual intenta reducir la defensa del comercio tradicional a una cuestión de gustos personales
La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha tratado de restar peso político a la oposición vecinal a la apertura de McDonald’s en el Mercado de Puertochico, al plantear el debate como una cuestión de preferencias individuales.
«Entiendo que a los vecinos les pueda gustar más un establecimiento de gastronomía u otro, a mí también me puede gustar más uno que otro», ha afirmado, al ser preguntada por la polémica, en el marco del programa ‘Aula saludable del Mercado de la Esperanza’.
Igual ha insistido en que el Ayuntamiento no puede ni prohibir la entrada de una cadena como McDonald’s ni favorecer a otra empresa por criterios subjetivos. «Yo no puedo prohibir a McDonald’s ni puedo incentivar a otro para aupar a quien a mí más me guste», ha declarado.
Estas afirmaciones se producen en un contexto en el que vecinas y vecinos organizados en la Comisión Salvemos el Mercado han reclamado un modelo de gestión que priorice la economía de cercanía y el comercio tradicional en un espacio público como es el mercado municipal.
Lejos de responder a esta preocupación colectiva desde una perspectiva de modelo de ciudad, la alcaldesa ha optado por equiparar las demandas vecinales a una cuestión de afinidad personal con determinados tipos de gastronomía, sin entrar a valorar el papel que pueden desempeñar los mercados en el fortalecimiento del tejido económico local.
A esta postura se suma su defensa del proceso administrativo, que se encuentra en fase técnica de revisión de alegaciones, como una vía exclusivamente reglada. “Hay unos requerimientos para obtener una licencia, que es un acto reglado”, ha explicado. “Si los cumplen, la obtendrán; si no, no”, ha zanjado, obviando la capacidad negociadora que el Ayuntamiento tiene como institución que ha realizado la concesión y tiene contacto con los adjudicatarios.