Comienzan a llegar multas a personas identificadas durante las etapas de la Vuelta a España en Cantabria
Fueron muchas las imágenes que dieron la vuelta al mundo y no sólo a España durante la competición ciclista más importante del país. A su paso por Navarra, en la llegada a Bilbao, en las etapas de Cantabria o la subida a L’Angliru. Algunas etapas tuvieron que terminar un poco antes de donde estaba puesta la meta. Y después ocurrió lo de Madrid. Última etapa, la menos relevante de cara a la clasificación, pero las más simbólica, por ser la última, por ser en las calles de Madrid y porque se esperaban protestas. Se canceló el final, ni siquiera hubo un ganador.
Hay que recordar que la protesta se producía por la presencia de un equipo israelí en la competición, el Israel – Premier Tech. No sólo se criticaba la nacionalidad, sino los vínculos que tiene con el Gobierno de Israel y los que tiene el propietario, directamente, con Benjamin Netanyahu, el presidente del Gobierno. Las protestas pretendían que la organización de la carrera expulsara al equipo, algo que no se produjo en ningún momento.
Después de ver a miles de manifestantes en el recorrido final protestando con la intención de cancelar el evento, hasta el Gobierno central aplaudió las movilizaciones, por lo que tenían de pacífico y de reivindicar que hay cosas que no se pueden tolerar, como el genocidio que Israel lleva ejerciendo durante dos años largos en Gaza.
Sin embargo, las acciones de algunos activistas sí están siendo tenidas en cuenta, pero para mal. Las identificaciones, o al menos algunas de ellas, se están traduciendo en multas de 300 euros.
Hubo dos etapas con recorrido en Cantabria. La número 12, que salía de Laredo y terminaba en Los Corrales de Buelna, y la 13, que salía de Cabezón de la Sal para adentrarse después en Asturias.
EL FARADIO ha podido conocer una denuncia que le ha llegado a una activista que acudió a Laredo antes de que de la etapa 12 comenzase. En el documento se cita la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, como infringida por esta manifestante por exhibir una pancarta que identificaba la estrella de David, el símbolo que aparece en la bandera israelí, con las prácticas de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Es decir, la práctica de un genocidio.
La Policía Nacional fue quien cursó el expediente, declarando que se trataba de una infracción leve de la norma, pero imponiendo la sanción. No solamente era el exhibir esa pancarta, sino que no cesó en su actitud cuando los agentes le pidieron que dejara de enseñarla, según consta en la denuncia, además de alentar a otras personas a ocupar el espacio por donde debía transcurrir la etapa de la Vuelta.
En la denuncia consta la hora de las 12:52 del mediodía como el momento donde se produce la infracción. Aunque la Ley sí habla del antes de que comience una competición, alentar a ocupar el espacio por donde va a discurrir una carrera ciclista que comienza a las 14:00 más de una hora antes parece un argumento un poco fuera de lugar.
El incidente con el que se pretende validar la actuación de la autoridad sancionadora es exhibir una pancarta que puede incitar a la violencia contra Israel. En realidad, ese mensaje, si existiese, resaltaría la comisión de un genocidio sobre el pueblo palestino. Es decir, denunciaría el uso de la violencia, el racismo, la xenofobia o la intolerancia que cometen otros.
La denunciada, que prefiere mantenerse en el anonimato, asegura que la versión de la Policía no se atiene a la verdad. De hecho, ha presentado alegaciones para recurrir la sanción que se le impone. Lo primero, porque dice que no llevaba la pancarta que se explica en la denuncia. Alega que llevaba una bandera palestina y una kufiya y no la pancarta que se indica en el escrito de denuncia. Además, la denunciada indica que no invadió, ni alentó a invadir la vía pública.
En su escrito, la activista no sólo niega los hechos que se le imputan. También señala que acudir a un evento como este con una bandera palestina es algo que hizo como símbolo para defender los derechos humanos de las personas y los pueblos. Ante lo que se vive en Gaza, son muchas las personas en muchos lugares del mundo quienes han exhibido esa misma bandera como forma de solidarizarse con el sufrimiento de un pueblo y también repudia las acciones de un Estado que somete a una población a la muerte y la destrucción.
Esta activista se remonta hasta la ONU y sus resoluciones para reclamar su derecho a la protesta y a defender los derechos humanos como un valor superior y fundacional que la asiste en una circunstancia como esta. Y reclama también que el Estado debería proteger, concretamente, a las personas defensoras de derechos humanos, por las obligaciones contraídas en esta materia.
Además, esta activista destaca que, cuando se le pidió su identificación, tardaron un buen rato en devolvérsela. No deja de ser una forma de retención, por no poder marcharte a otro sitio sin que te devuelvan el documento. También cuenta que los agentes la acusaron de increparles, algo que ella también niega.